Además de regular el impetuoso río, posibilitó poner bajo riego alrededor de 60.000 hectáreas, sobre un ancho valle que varía entre 4 y 20 Km de ancho.
Hasta el año 1937, fecha donde se construyó el puente carretero Neuquén ~ Cipolletti, fue la única salida hacia el norte para los vehículos que necesitaban transitar por carreteras.
Cuando se colocó la piedra fundamental en marzo de 1910, contó con la presencia del Presidente Figueroa Alcorta. El costo incluyendo el sistema de riego fue de alrededor de 500 millones de pesos oro (hoy hablaríamos de unos US$ 500 millones de dólares).
La financiación del Dique estuvo a cargo del Gobierno Nacional y el sistema de riego con sus respectivos canales secundarios, terciarios y cuaternarios fue financiado por la empresa Ferrocarriles del Sud, que así podría incrementar sus cargas, además de tener el derecho de establecer estaciones que permitirían la creación de pueblos a su alrededor.
Las continuas y sorpresivas crecidas de los ríos Colorado y Negro, dificultaban el establecimiento de la población en sus valles. En este sentido imperaba la necesidad de regular sus regímenes. En cuanto al Río Negro se ve como viable trabajar sobre el control de los Ríos Limay y Neuquén en tanto afluentes de aquel.
En la década de 1890 el Gobierno Nacional comenzó a pensar en un sistema de riego que además morigerara las crecidas del Río Neuquén. Esta tarea se le encomendó al Ing. Cesar Cipolletti, de nacionalidad italiana, especialista en hidráulica que había construido obras de regadío en el Valle del Nilo y proyectado los sistemas de riego de las Provincias de San Juan y Mendoza.
El Ingeniero recorrió la cuenca del Río Neuquén, desde la cordillera hasta su unión con El Negro, y encontró el lugar más apropiado en la zona de Barda del Medio. En efecto, allí pudo detectar un canal desviador que, formado naturalmente, unía el río con la Cuenca Vidal, donde hoy se encuentra el Lago Pellegrini , lago artificial alimentado por un canal derivado del canal principal de riego y que sirve para recibir los excedentes de las crecidas.
El Ingeniero Cipolletti proyectó la obra, pero no pudo dirigir su ejecución, pues murió en 1908. La obra dio comienzo en el año 1910 bajo la dirección del Ingeniero Severini y la colaboración del Ingeniero Luis Kambo. El Dique se terminó en 1918 pero el sistema de riego completo se concluyó en 1931.
Es importante destacar que en 1907 se había iniciado la extensión de la vía férrea desde estación Limay (hoy Cipolletti) hasta Barda del Medio (kilómetro 1218), para el traslado de personal y materiales para la construcción del Dique.
En cuanto a su nombre, se destaca que primero se lo llamó Cordero, porque las tierras sobre las que se construyó pertenecían al Contralmirante Cordero, marino que recibiera 8000 hectáreas en la zona. Más adelante se lo denominó Dique Neuquén por estar sobre el río Homónimo y finalmente Ingeniero Ballester, en reconocimiento a su participación en la construcción de la obra de irrigación.
Consta de 17 compuertas tipo “Stoney” que atraviesa el río de margen a margen. Se inició la obra con 12 compuertas y se construyeron 5 más en 1918, de más de 20 metros de ancho o luz cada una, separadas por 16 pilares de hormigón armado y 2 estribos a cada extremo.
Los pilares son de 3 metros de ancho, de modo que el largo total del Dique es de 420 metros sin contar las rampas de acceso al puente que miden 160 y 200 metros cada una aproximadamente. Cada compuerta pesa alrededor de 33 toneladas y están contrapesadas, de modo que la mano del hombre pueda moverlas a voluntad. No obstante, estas compuertas que son metálicas, responden a un sistema de motores eléctricos de 3 caballos que para tal fin se instaló una turbina en 1916. Los pilares de hormigón se encuentran revestidos con chapas de fundición.
Toda la parte metálica fue provista por la Casa “Ramsomes Rapiez” de Ipswich, Inglaterra, antes de comenzar la guerra.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Extraído de textos del Prof. Carlos Alberto Medina
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