Ya se lo conocía con esa designación al lugar cuando llegaron las tropas. Debe su nombre al vado que el río Neuquén tiene en ese sitio, siendo uno de los principales del curso medio.
El vallecito tiene las mismas características generales que los del Neuquén medio e inferior, es decir, con barrancas cortadas casi a pico o de pronunciadas pendientes, con hendiduras producidas por las aguas que corren desde la alta meseta (“bardas”).
Cuando fue elegido como campamento de la IV División en campaña, el Ayudante Mayor José Gomensoro, que fue quien llevó un prolijo diario de la expedición, relata:
- “Sábado 7 (junio de 1879). A las 7 de la mañana de este día partimos de Cobun-có, y marchamos 16 kilómetros en rumbo sur, 78 grados este, acampando en la misma costa de Neuquén a las 12 del día, a una altura de 438 metros sobre el nivel del mar, frente al paso denominado de los indios.
- El camino se ha hecho costeando el río y está en este punto el mejor campo que hay desde Cuvun-có. Buen pasto. Se ha situado la fuerza en un médano, por no haber sitio mejor cerca del agua. El valle aquí se ensancha algo, pero está cubierto de zampa y jarilla. En la costa del río hay mucho sauce, y en las faldas de los cerros y en el valle mismo se encuentra buena leña.
- El aspecto general del terreno recorrido no se diferencia del que hemos dejado a retaguardia en las anteriores jornadas, si bien la piedra declina en las laderas, que se presentan de más fácil acceso; la vegetación igual, el suelo firme regularmente.
- Hay en todo el valle del Neuquén, que hemos visto, señales de una de esas grandes crecientes periódicas que ha inundado completamente sus márgenes, dejando en ellas altos montones de resaca, entre las cuales se encuentran palos de sauce de una magnitud como no los hay en pie. Es de notarse que las aguas han subido a una altura considerable, pues en algunas partes se han podido observar los rastros de la creciente en esas mismas resacas y palos de grandes dimensiones, hasta 15 metros sobre el plan del bajo y aun a una mayor elevación en las estrechuras.”
Su construcción
Cuando la IV División expedicionaria avanzó al sur del río Neuquén, con el objeto de alejar de la costa de ese río a las tribus que se mantenían hostiles a la ocupación de la línea dispuesta por la Ley 215, Uriburu dispuso que se estableciera allí uno de los campamentos, como se hacía normalmente durante la marcha. Allí llegaron, como se expresa, el 7 de junio de 1879, y al realizar la décima jornada, el miércoles 11, Gomensoro expresa:
- “A las 7 p. m. se puso en marcha la columna. Pasando el Neuquén y siguiéndolo abajo, acampamos en la costa a las 12 del día. Se llama este punto el Paso de la Balsa —465 metros de altura— y queda a una distancia de 29 kilómetros al sur, 80 grados este, del campamento que dejamos.
El Neuquén tiene, en el paraje donde se cruzó (Paso de los Indios), más de 200 metros de ancho; es desplayado y su cauce poco profundo. Al subir la barranca se encuentra un campo bastante parejo y grande, cuyo carácter presenta alguna semejanza con la Pampa, si bien tiene piedra menuda en el camino y se ve todo cubierto de arbustos.”
Pero la importancia estratégica ya mencionada fue causa de que Uriburu dejara allí una “guardia”, lo que se precisa por las siguientes anotaciones del referido Diario:
- “Jueves 26. La guardia situada en el Paso de los Indios hace conocer que no se siente novedad ninguna del otro lado”. “Lunes 30… El teniente Brizuela, que ocupa como se ha dicho (?) el camino del Paso de los Indios, da cuenta de no sentirse novedad del otro lado del rio, en la parte confiada a su vigilancia.” y el “Martes 8. (Julio) .. .El teniente Brízuela comunica no sentirse novedad en el puesto que se le tiene señalado”.
Vemos por lo antedicho que el campamento y la primera “guardia” estaban asentados en la margen sur, mientras que el asiento posterior lo fue de acuerdo a la Ley 215 que disponía “sobre la margen septentrional” (norte).
La noticia siguiente que tenemos de la referida “guardia” es la que nos proporciona el mismo Diario, el “Domingo 13. (Julio) El teniente Brizuela da cuenta de haber hecho pasar el Neuquén, en una jangada, al cacique Painé, y que han muerto 3 indios prisioneros de los que estaban allí con viruela”.
Esto nos demuestra la importancia del punto, ya que por allí pasaban los prisioneros dirigidos al Fuerte IV División, como así también que había se instalado un campamento de prisioneros. En una comunicación de Uriburu al Comandante General de la línea del Negro y Neuquén, Coronel D. Conrado E. Villegas, fechada el 17 de julio de 1879, le dice que:
- “El Paso de los Indios está guardado y en buenas condiciones de defensa.”
Hechos históricos:
Generalmente se lo menciona como ocurrido en sus cercanías al combate en que fue tomado prisionero, y luego muerto al no querer rendirse, el famoso cacique Baigorrita. Este hecho corresponde asignarlo a la guarnición de “los Ramblones”, llamado después “Agrio”.
En las cercanías se desarrolló el combate entre las fuerzas del Capitán Pérez, con sus tropas del 7mo de Caballería destacadas en “Los Ramblones” y una partida de 70 indios que intentaban pasar hacia la pampa después de haber dejado a resguardo a sus mujeres , niños y ancianos (chusma).
Al iniciarse la Campaña del Nahuel Huapi, el Coronel Villegas decide controlar la nueva línea de fortines desgranados sobre el Agrio y sus afluentes. Costeando el Neuquén pasa por el fortín. El relator del Diario de Marcha y de la Campaña general, en ese entonces Teniente Eduardo Oliveros Escola, nos dice:
Día 29 (Noviembre 1881)… A las 11 de la mañana, costeando las laderas perpendiculares, llegamos al fortín “Paso de los Indios.” Guarnecido por un oficial y diez soldados tiene una posición admirable para la defensa. Día 30… A las 6 y media de la mañana salimos del “Paso de los Indios”, pasamos el Neuquén y penetramos en el cuadrilátero.
Vemos así que ya el fortín había sido construido sobre la margen septentrional, pero al avanzar las tropas sobre la “línea del Agrio” ya su importancia era menor, pues lo dice bien a las claras la cantidad de personal que lo custodiaba (el fortín Covunco tenía 30 soldados).
La importancia del fortín consistía luego en su oficina telegráfica y postal, así como en el camino que proveniente desde Carmen de Patagones (pasando por Choele Choel y General Roca) llegaba hasta el Fuerte IV División (Chos Malal), uniendo a su paso los fortines de la nueva línea tendida sobre el Agrio.
Por esa razón lo vemos señalado en la casi totalidad de mapas de la época.
Las fotografías nos muestran al fortín ya provisto de su oficina telegráfica. Las mismas fueron tomadas por la comisión de los ingenieros Encina, Moreno y Cía.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Fuente: Juan Mario Raone – Fortines del desierto – Mojones de civilización – Tomo III
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Me gustó y me atrapó contada de ésta forma la historia. Muchas gracias por el material y por abocarse a nuestra identidad. Felicitaciones. Saludos