PRIMER VIAJE DE AUTO A CHOS MALAL
El mejoramiento vial operado en los tiempos del gobernador Elordi permitió la realización de la proeza que en aquella época (1911) implicaba cubrir en menos de 24 horas de marcha efectiva la distancia que media hasta la ex-capital del territorio, Chos Malal. El viaje, partiendo del otro lado del río Neuquén (mejor dicho, contado desde Contralmirante Cordero) con el fin de llegar a la zona minera del Norte, demandó en realidad tres días y medio, por el tiempo de parada a que obligó la falta de nafta.
La siguiente carta dirigida al director del periódico “Neuquén”, por su valor documental de referencia histórica y la gracia natural que campea en ella, contiene todos los detalles del acontecimiento.
“Chos Malal, agosto 26 de 1911. Señor director de «Neuquén»: El amable telegrama con que usted tuvo a bien asociarse al regocijo popular producido por la llegada del primer automóvil a Chos Malal fue dado a conocer a todo el vecindario, causando general satisfacción su contenido.
El domingo 20, como a las 10 a.m., hizo su aparición en las calles del pueblo el discutido automóvil, cuando menos se le esperaba, pues reinó durante la noche uno de esos huracanes que ya usted conoce por experiencia; y digo discutido automóvil, porque desde el momento en que se supo que la máquina se ponía en marcha para ésta, cada hijo de vecino vertía su «autorizada» opinión en la materia y justo es consignar que los optimistas estaban en minoría.
El pesimismo aumentó grandemente cuando se supo que había llovido torrencialmente en la región de Ojos de Agua, Añelo, etc., y fue más intenso aún al recibirse telegrama de los excursionistas, fechado en Añelo, diciendo que los caminos estaban intransitables por los pantanos y les faltaba nafta para seguir.
Desde ese momento hubo la casi seguridad de que la máquina no pasaría de Ojos de Agua, donde, según es notorio, los salitrales se vuelven unos barriales cuando llueve mucho.
Con tales antecedentes y mediando semejantes obstáculos para un viaje de ensayo, puede usted imaginarse el efecto eléctrico que produjo en la población la voz de: «llegó el automóvil». En el primer momento la algarabía fue verdaderamente infantil; los adultos corrían como chiquillos y éstos a su vez escudriñaban con respetuosa curiosidad la máquina detenida en la misma puerta de la comisaría local.
Allí fueron obsequiados los excursionistas con champaña, mientras soportaban con ejemplar resignación la andanada de preguntas que les dirigían los presentes: « ¿En cuántas horas han hecho el viaje? », « ¿qué velocidad ha sido la normal? », « ¿cuántas latas de nafta han consumido? », « ¿de cuántos caballos es la máquina? », « ¿cómo pasaron los arenales? », etc.
Interrumpió este interrogatorio el señor comisario Staub, quien en pocas pero muy adecuadas frases saludó y felicitó a los viajeros en nombre del gobernador del territorio. Un momento después los excursionistas se trasladaron a su alojamiento en medio de los vivas de la población.
El martes 22, por la tarde, el conductor del automóvil señor Salgado hizo pasear en su máquina, sucesivamente, a todas las señoras y señoritas de la localidad. En estas vueltas la máquina anduvo 50 kilómetros por hora, dato que le dará idea de lo mucho que pasearon las damas,
En la misma fecha, por la noche, se verificó «donde» Molina y Scasso una comida ofrecida por el vecindario; asistieron 40 personas y el señor Estanislao Flores ofreció la demostración a los huéspedes, en un elocuente discurso. Acto continuo tuvo lugar un baile, siendo la nota original que las damas concurrentes fueron conducidas en automóvil al local, ¡Y ya ve usted si adelantamos!
Me olvidaba decirle que en el automóvil vinieron: su dueño, el señor Francisco Tobar, un hijo de éste, señor Gregorio Tobar, el señor Miguel Esquivel y el señor Celestino Salgado.
Este último, que es socio del Touring Club Argentino y tiene en su haber otras importantes campañas en la Patagonia, actuó como «chauffeur».
El tiempo invertido en la marcha, descontando las paradas, fue de 23 horas, bien notable por cierto sí se tiene en cuenta el mal estado de los caminos y el viento, “La máquina desarrolla 20 caballos.
El miércoles 23 siguieron para Las Minas, a caballo, las cuatro personas nombradas; su intención era de llegar hasta allá en automóvil, pero esto no era posible, pues el temporal de mayo destruyó en muchas partes el camino de ésta a Milla Michicó.
Y ahí tiene usted mi amigo los datos esenciales del acontecimiento; sí usted dispone utilizarlos para la publicación tendrá que darles forma periodística y literaria, pues yo no atino en qué términos hacerlo… (Firmado) «Motorman».”
A través del estilo retozón, la precisión informativa y la técnica amena de la narración, tras el seudónimo, se intuye la diestra pluma de don Luis F. Dewey, una de las personalidades más respetadas de la época del territorio en Chos Malal.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Fuente: Recuerdos Territorianos – Los primeros años de Neuquén Capital, de Ángel Edelman
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