La primera denuncia penal en Neuquén, fue sobre la desaparición de un bote del pionero en la Confluencia Enrique Nordenström -cuando estaba por inaugurarse la nueva capital de Neuquén-. La denuncia fue presentada ante el juzgado letrado que acababa de habilitarse en esa nueva sede el 6 de setiembre de 1904 y cuando faltaban seis días para los actos de inauguración. Fue la primera causa planteada allí en la justicia letrada y nada menos que contra el comisario José Belindo López, en ese momento jefe interino de policía, «por abuso de autoridad».
¿Por qué fue la primera? El traslado de la capital neuquina y del Juzgado Letrado del territorio desde Chos Malal, obligó al juez Patricio J. Pardo a decretar una feria judicial extraordinaria del 10 al 31 de agosto para operar la mudanza. Desde la todavía capital Chos Malal llegó a la Confluencia el 26 de agosto, pero partió inmediatamente en tren a Constitución con el secretario José Bruguera. En Buenos Aires se entrevistó con el ministro de Educación y Justicia y regresando ambos con el gobernador Carlos Bouquet Roldán, quien había ultimado detalles de los festejos de la capitalidad con el ministro del Interior. Arribaron a la estación Neuquén el 31 de agosto. Inmediatamente el juez habilitó la mesa de entradas y así fue que días después recibió la denuncia de Nordenström.
Nordenström tenía su bote en la costa del Limay amarrado a un sauce, con cadena y candado, era de madera de ciprés, sin pintura, tabla al medio y otra en popa más dos toleteros para remos. El 17 de junio de 1904 la pequeña barca desapareció. Después de ciertas averiguaciones, el dueño se presentó ante el comisario López el 30 de junio de 1904, quien dijo no saber nada. El 1º de julio, dos vecinos le informaron a Nordenström que el comisario había autorizado a limar la cadena o romper el candado. ¿Qué había sucedido? En los primeros días de junio de ese año 4, el joven juez letrado de Río Negro Dr. José Luis Ruiz Guiñazú, su secretario y el comisario rionegrino Gamboa, bajaron en bote por el Limay desde el Nahuel Huapi. Venían de investigar el contrabando con Chile y el uso irracional de los bosques. En Neuquén tomarían el tren hasta la estación Darwin porque el juzgado todavía estaba en Choele Choel después de la inundación de 1899. En Neuquén hicieron noche en el hotel El Nacional de Varela y Linares y, por consejo de José Belido López, dejaron el bote en el amarradero. El juez avisó que mandaría a alguien a buscarlo (lo compraron en Nahuel Huapi y lo bajarían por el río Negro hasta Choele Choel).

El 17 de junio Vicente E. Carranza llegó a Neuquén y explicó al comisario López su cometido. Junto al Limay encontró un bote amarrado a un sauce con cadena y candado. Volvió a la comisaría y López sugirió buscar la llave en el hotel Nacional donde paró la comitiva rionegrina. Con resultado negativo Carranza volvió a la comisaría y José Belindo López le sugirió limar la cadena o romper el candado. Fue ayudado por Santiago Solís y N. Montenegro (un hombre de 53 años, de Roca, empleado en los hornos de ladrillo de Mazzoni) a romper el candado. Carranza se fue con el bote río abajo hasta Choele Choel. El comisario fue finalmente sobreseído por falta del delito de abuso de autoridad o «acción criminal alguna» a lo que adhirió la Cámara Federal de La Plata.
Lo que hubo fue una confusión, y el bote que se robaron en realidad fue el del juez rionegrino.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Publicado en el Diario Río Negro, el 13 de Enero del 2008, escrito por Francisco Juárez.
¿Te gusta la historia neuquina? ¿Tenés algo que contar o compartir y querés colaborar con Más Neuquén? Entonces hacé Click Aquí
También podés ayudarnos compartiendo este artículo en las redes sociales.