Con sus 4707 metros (hay diferencia entre distintas fuentes), el Domuyo, si bien tiene manifestaciones de tipo volcánicas que están dadas por eventos geotérmicos, no es exactamente un volcán, sino una estructura tectónica. Al pie del Domuyo hay manifestaciones volcánicas a través de los famosos géiseres, que corresponden a una cámara magmática que hay en la profundidad.
Convive con otro complejo volcánico que es la Laguna del Maule, en el límite argentino-chileno, que contiene varios volcanes pequeños, conos y cráteres volcánicos.
La denominación del cerro Domuyo proviene del nombre del arroyo que nace en él y desagua en el río Barrancas. Puede asignársele dos acepciones: el de resplandeciente y el de escondido. Según Don Gregorio Álvarez, por lo general los topónimos del Neuquén han sido inspirados (para los habitantes originarios) por la característica de ríos, arroyos y lagunas, más que por los cerros por grandes que éstos fueran.
El sacerdote salesiano, Lino del Valle Carbajal, fue considerado durante un tiempo, el primero en coronar el coloso Neuquino. Alcanzó la cima según dejó escrito en su obra “Por el alto Neuquén – La ascensión al pico Domuyo”, con su sotana recogida con broches, botas altas, y con un pequeño grupo, algunos con carabinas, que dispararon en la cumbre el 16 de noviembre de 1903.
Sin embargo el coronel Manuel J. Olascoaga, en su obra “Topografía Andina”, editado en Buenos Aires, en 1901, escribió: “Los que visitamos este volcán en febrero de 1882 hicimos dos ascensiones hasta su cúspide; la primera por el lado Oeste, que nos dio el espectáculo más hermoso y sorprendente. A simple vista se dominaba toda la ramificación de la cordillera con sus ríos, valles y lagos del oriente y todas las principales alturas en un radio de 35 leguas”.
Pero Carbajal, que leyó el libro de Olascoaga y lo cita en su obra, dudaba de la ascensión que lo habría precedido, aunque admite que “Olascoaga ha visitado estos lugares”. Para fundamentar su presunción sostiene (en 1903) que “en Chos Malal y todo el curso del río Neuquén hasta Varvarco este hecho no se conoce, y así es que todos están en afirmar que nadie ha subido al Domuyo”.
Pero si aquel primer ascenso de Olascoaga despertaba dudas, era porque quien fuera el primer gobernador del Neuquén hasta 1891 escribía esa evocación en los inicios del siglo XX, a 19 años de la proeza. Para sostener sus palabras manifestó que ese espectáculo “lo hemos presenciado 16 o 18 oficiales y un centenar de individuos de tropa, todos vivos hoy…” (en 1901). La escalada militar de Olascoaga fue -hasta entonces- la más numerosa en los Andes Patagónicos.
En 1997 tres jóvenes escaladores de Chos Malal, Raúl Rebolledo, Jorge Gómez y Alberto Fuentes, lograron una proeza, por primera vez en la historia del andinismo se realiza un ascenso al Domuyo en invierno.
Es llamativo que el jesuita alemán Bernardo Havestadt en su viaje por el norte del Neuquén en 1752, no mencione al Domuyo (tampoco con otra denominación), y ni siquiera lo registre en su mapa, el más antiguo realizado por alguien que estuvo en la zona. Sin embargo, no pudo dejar de verlo, porque es el cerro más alto de los que debió observar.
Ubicada en los Departamentos Minas y Chos Malal, al norte de la provincia del Neuquén, el Área Natural Protegida Domuyo posee una superficie de 92.835 hectáreas. Desde Chos Malal se accede a través de las rutas provinciales 43 y 39, a 100 kilómetros al norte de Andacollo.
El Área Natural Protegida Domuyo presenta un sin número de afloramientos rocosos de tipo columnar, grandes cañadones y valles glaciarios. Dentro de la fauna podemos encontrar pumas, zorros colorados, chinchillones, cóndores, águilas moras y varias especies más de aves altoandinas. En varios de los arroyos del área protegida habita el pato de los torrentes.
Conocida como el “Techo de la Patagonia”, es una cumbre bien conocida por los andinistas. El Domuyo es un clásico entre quienes practican deportes de montaña. El ascenso a este cerro lo puede realizar cualquier persona con experiencia en montañismo, o en caso contrario, acompañado de un guía. Todos comienzan con su arribo al pueblo de Varvarco, conocido también como ¨La Puerta al Domuyo¨.
Volviendo al punto de si el Domuyo es un cerro o un volcán, se puede decir que en los alrededores del Cerro Domuyo hay alguno conos pequeños de magmatismo ácido, pero para que sea un volcán, tiene que ser un aparato volcánico, activo o extinto, lo que no implica que evolucione con el tiempo (pueden ser miles de años) y se forme un volcán, cuando la cámara magmática logre liberarse por alguna fisura formando un conducto.
Mapa satelital
Detalle (linea color naranja) de una de las rutas de ascenso más habituales para llegar a la cima.
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