En la región comprendida entre el actual pueblo de Barrancas, al norte de la provincia de Neuquén, y el paraje de Octavio Pico, límite entre dicha provincia y la de Río Negro, la costa del Colorado fue poblada lenta, pero definitivamente, por familias que cruzaron la cordillera desde Chile a la Argentina. La mayoría provenía de la zona de Linares y Talca, región del Maule, Chile. Estos movimientos de pobladores, hijos de españoles generalmente, comenzaron a darse dos o tres décadas antes de 1900. Las familias que se asentaron en la margen mendocina del Colorado también llegaron desde Chile, pasando por la provincia antes mencionada. En la mayoría de los casos, y con el paso de los años, estas familias terminaron cruzando el río para afincarse del lado neuquino; aquellas que no lo hicieron mantuvieron relaciones intensas con las establecidas en la margen sur. Estos movimientos colonizadores, campesinos todos, y de familias numerosas, fueron estableciendo sus puestos de crianza de animales, escasos al principio, en las costas del río, o bien donde lograban extraer agua en los campos secanos.
En el caso del ámbito correspondiente a la actual ciudad de Rincón de los Sauces los apellidos fundadores de la localidad no son más de una docena. Casi todos tienen un siglo de arraigo en el lugar, siglo y medio en algunos casos. Su asentamiento tuvo lugar en los tiempos de plenitud de la denominada “Conquista del Desierto”, incluso antes de la fundación de la ciudad de Chos Malal, primera capital provincial de Neuquén, y mucho antes, por supuesto, del hallazgo de petróleo y de la constitución de la moderna ciudad.
La ciudad de Rincón de los Sauces se encuentra situada en la margen neuquina del río Colorado, en el departamento Pehuenches, centro norte de la provincia de Neuquén. Su historia es breve pero intensa. Todo ha ocurrido tan de pronto, que hoy se la ve desordenada. Es que la ciudad nació al amparo de los yacimientos de petróleo, entre tráileres y hombres de mameluco, mientras los lugareños intentaban adaptarse a los cambios que eso generaba. Fue fundada el 20 de diciembre de 1971, siendo gobernador Felipe Sapag, con la escasa presencia de unos veinte lugareños. El pueblo nació formalmente como comunidad organizada en la actual Av. Gral. Enrique Mosconi, donde a las 11:30 horas del día mencionado se colocó la piedra fundacional.
Su vertiginoso crecimiento, impulsado por el petróleo y por el petrolero, ha escrito una breve, escasa y rápida historia de nacimiento y desarrollo de un pueblo que hasta ayer era apenas un puñadito de crianceros, y que actualmente es una pujante ciudad que no tiene descanso, y que a pesar de un pequeño estancamiento económico, probablemente siga en camino a constituirse en una gran ciudad.
La fundación fue dispuesta por el poder ejecutivo provincial a través del decreto número 2439 del día 9 de diciembre de 1971. Con el decreto 2440 y expediente 2100-24879-1971 se nombró la comisión de fomento y se fijaron sus límites de ejido. Con el decreto 2442 y el expediente 2208-22328-1971 se designaron las autoridades fundadoras del nuevo pueblo. El presidente de la comisión fue Pedro Sánchez, acompañándolo en su gestión los señores Salvador Merino, Julio Trípoli Penna y Sefedin José Jadull y la señora Normanda Lara, quien es nativa de la región y cuyo apellido ocupa prácticamente cien años de historia local. El Dr. Pedro Alfredo Fuentes, ministro de Gobierno, Educación y Justicia, puso en función a las nuevas autoridades.
Acompañaron al gobernador don Felipe Sapag, sus ministros de Gobierno, Educación y Justicia Pedro A. Fuentes, de Economía, Obras y Servicios Públicos Ing. Pedro Salvatori, y de Bienestar Social Dr. Alberto Antonio del Vas. También, el presidente del tribunal superior de Justicia Dr. Omar Sosa Luengo y el Secretario General de la Gobernación, Sr. Bartolomé Laffite. Asimismo, integraron la comitiva el Fiscal de Estado Dr. Oscar García Durán, el Subsecretario de Gobierno, Educación y Justicia, Sr. Moisés Rodríguez, el Subsecretario de Bienestar Social, Sr. Reynaldo Pastor Gutiérrez y el Subsecretario de Obras y Servicios Públicos, Ing. Silvio Tosello. También estuvo presente el Jefe de la Policía de la Provincia, Capitán de Fragata Jorge H. Funes.
El descubrimiento del petróleo
Los viejos pobladores cuentan su asombro cuando esas toscas máquinas topadoras, acompañadas por vehículos de doble tracción, principalmente de fabricación rusa, hicieron su irrupción en el tranquilo paisaje de la costa del Colorado. Había comenzado, para los lugareños, lo que hoy llamamos globalización, y era como el anuncio de una profecía del nacimiento de un nuevo pueblo.
Podemos discutir si fue beneficio o no el hallazgo de gas y petróleo en esta zona, y hasta es entendible el viejo reclamo de quienes ocupaban estas tierras y sintieron poco a poco el quite y el daño a sus campos, como lo fue la gran tala de árboles que YPF le causó a las familias que tenían sus plantaciones en lo que hoy ocupa el barrio de la vieja petrolera estatal en el actual Rincón. O decir, con cierta razón, que la actividad petrolera cambió para siempre los escasos pastajes de los animales domésticos y autóctonos, con la traza de picadas y pozos perforados en todos los yacimientos regionales. Por ejemplo, en el volcán Auca Mahuida, reserva faunística, lugar de miles de ejemplares de guanacos, hoy en plena actividad en busca y producción del oro negro.
O pensar en el triste paisaje en que se convirtió la zona de Chihuidos de la Sierra Negra, lugar que habitado durante décadas el hombre y los animales en perfecta convivencia. Pero aunque nada volverá a ser igual, y a pesar de todo lo “perjudicial” que ha sido esta actividad con el medio, no podemos dejar de reconocer que desde la aparición de los primeros equipos de geología, sismográfica y perforación, miles de argentinos y extranjeros han realizado sus sueños gracias al descubrimiento de esta gran riqueza que tenemos bajo el suelo.
A principios del año 1960, en un contexto de plena tranquilidad para los lugareños de la costa del Colorado, asoma la primera avanzada de la petrolera YPF. Al poco tiempo, montó en la zona campamento de asiento estable y, entre el 6 de marzo y el 18 de diciembre de 1966, ya se había perforado el pozo N.Ach.x 1 (Neuquén, Aguada Chivato uno), por ejemplo. Luego se continuó con la exploración y perforación de la zona de Chihuidos Sierra Negra y Puesto Hernández, cuyo potencial fue descubierto en 1967.
Siguiendo la política de la petrolera, estos descubrimientos motivaron la instalación de una sala de primeros auxilios, de una proveeduría de alimentos, de una plaza, de una pileta de natación, de varios tráileres y casillas y de un comedor, tan nombrado e histórico para esta localidad, por ser punto de encuentro social, ya que finalizada su tarea de restaurant, era el club del lugar. También se comenzó a construir un aeropuerto.
Producción de petróleo y gas
La explotación de hidrocarburos –petróleo y gas, en ese orden– se destaca en primer lugar en la zona. El petróleo fue y es el eje a partir del cual gira y se construye la ciudad de Rincón de los Sauces, que desde sus orígenes se constituye como un pueblo petrolero y, a su vez, como un pueblo oferente de fuentes de trabajo. Es importante destacar que existe en el imaginario social la noción según la cual la localidad continúa siendo una fuente importante de generación de empleo, lo cual ya no es tan así.
En la actualidad la localidad es destacada como capital nacional de la energía y capital provincial del petróleo. A pesar de ello, aun no es identificada, ni interna ni externamente, como la capital nacional de la energía, sino como un lugar con oportunidades de empleo. Podría decirse que la identificación de la ciudad como capital de la energía se da, en ciertas ocasiones, en el marco de diferentes conflictos gremiales que la utilizan como herramienta de presión. Más allá de esto, la mayoría de la población no se ha apropiado de esta imagen en tanto característica de la zona, y tampoco como un capital a utilizar, en el sentido de convertirse en un rasgo o “marca” propia de la zona.
Entre todos los yacimientos operados dentro de su ejido municipal, la localidad de Rincón de los Sauces produce cerca de 20.000 m3/día de petróleo, lo cual se traduce en importantes ingresos económicos a la provincia y al país, convirtiéndola en una de las zonas más destacables de la región en generación de electricidad, gas y petróleo. Debido a que en los dos o tres últimos años se dejó de perforar pozos nuevos, la producción de crudo sufrió un declive lógico en la extracción. Por ejemplo, en el yacimiento de Puesto Hernández, en el año 1990 se producían 9.000 m3/día, cantidad que a la fecha se encuentra reducida a mucho menos de la mitad. Los principales yacimientos de producción de petróleo y gas directamente relacionados con la ciudad son Puesto Hernández, El Chivato, Cerro Barro –en las faldas del Volcán Auca Mahuida–, Desfiladero Bayo –en Neuquén y Mendoza–, Chihuidos de la Sierra Negra, El Límite, Cañadón Amarillo –en Mendoza–, Paso de Bardas –en Neuquén y Mendoza–, Chachahuen, entre otros.
Otras actividades comerciales y/o productivas
Aparte de la producción de petróleo y gas, la estructura económica de la ciudad de Rincón de los Sauces es sostenida por la producción minera, por emprendimientos agropecuarios, por establecimientos comerciales y de servicios, por empleos públicos, por la construcción, por el empleo doméstico, etc.
La actividad minera es importante en la región. Hasta hace poco tiempo, la principal generadora de fuente de trabajo en dicha esfera de actividad era la minera brasileña Vale. Recientemente, esta empresa cesó su actividad en la zona. Por razones de proximidad, los empleados que trabajaban en el proyecto de producir cloruro de potasio en la zona sur de la provincia de Mendoza, a escasos 80 kilómetros de Rincón de los Sauces, suplían sus necesidades cotidianas y sus urgencias en la ciudad petrolera.
El proyecto de la mina de potasio presenta nuevas perspectivas para el debate sobre la diversificación económica o reconversión productiva, tendientes a equilibrar la monolítica dependencia de la explotación petrolera. El manto mineralizado de producción se encuentra entre un promedio de 900 y 1200 metros de profundidad en la formación terrestre. Tiene un espesor de aproximadamente nueve metros. Se estiman reservas para 40 años de producción. La extracción de potasio es bastante sencilla: se perforan dos o más pozos en la misma locación, por uno de ellos se inyecta agua caliente, (agua dulce del río Colorado) con presión hasta la zona del mineral (capa de cloruro de potasio); una vez formada la campana en el subsuelo, esta agua, debido a la presión que ejerce sobre la capa buscada (sal de piedra) sale por el segundo pozo en forma de salmuera. Los remanentes residuales se depositan en una hondonada natural del terreno preparado para tal fin en lo que respecta a su impermeabilidad, por lo que se considera una importante base de arcilla, nylon u otros materiales que no permitan el paso de la sal a la tierra. El uso del agua como recurso natural caracterizado por su escasez ha sido y es uno de los puntos más observados por los vecinos de la comunidad de Rincón de los Sauces, quienes en audiencia pública no vinculante con la empresa Vale, en octubre del año 2011, cuestionaron que la empresa no hubiera dejado claro un plan de contingencia y cuidado responsable del caudal de agua del río Colorado. Este recurso no solo es importante respecto de satisfacer una de las necesidades básicas para la subsistencia de la comunidad, sino también en lo que concierne a pensar una reconversión económica que potencie la actividad agropecuaria en la zona, que a la fecha es bastante escasa o prácticamente nula, considerando el buen caudal del río y la amplitud de tierras disponibles. La explotación minera también requeriría un buen caudal de gas, con el fin de hacer funcionar calderas y el resto de la planta de producción, como así de la provisión de energía eléctrica. La producción de sales de potasio, o cloruro de potasio, le permitiría a la Argentina posicionarse entre los primeros productores mundiales, y a Rincón de los Sauces y la región, le ofrecería la posibilidad de disponer de más fuentes de trabajo y de continuar con su ritmo de crecimiento.
Hay otras actividades promisorias en la zona; algunas de ellas ya son realidades. Una plantación de olivos, el turismo paleontológico, y obviamente todas las posibilidades que se desprenden de la necesidad de prestar servicios a las industrias petrolera y minera. Insisto en que la producción agropecuaria es escasa y tradicional, siendo tal vez, todavía hoy, la producción caprina la más importante. También es destacable la industria de la construcción en una ciudad que crece de manera galopante.
Explosión demográfica
La ciudad de Rincón de los Sauces representa el 90% de la población del departamento Pehuenches. Históricamente, el crecimiento poblacional de la ciudad mostró cifras abrumadoras, pero desde 1990 en adelante fue un fenómeno todavía más llamativo, manteniendo y profundizando la tendencia histórica. Las consecuencias producidas por este fenómeno han cambiado por completo la fisonomía y características de la ciudad. Estos niveles de crecimiento demográfico indudablemente se encuentran asociados a la dinámica económica de la localidad, aun cuando, debido a distintos factores, en los últimos meses la economía ha entrado en una especie de planicie.
Otra característica destacable de la ciudad es que, según el censo de población de hogares y viviendas, a nivel provincial existe mayoría de población femenina, pero a nivel local esta tendencia es inversa, siendo la población masculina la dominante. El factor que explica esta situación es la oferta laboral existente en la localidad que, por sus características y por la idiosincrasia construida desde años en torno a la figura del “hombre petrolero”, ocupa mayoritariamente mano de obra masculina, contribuyendo por otra parte a caracterizar a la comunidad con fuertes rasgos patriarcales. Otro rasgo de la ciudad petrolera es que, debido a los pasos gigantes con que se ha dado el crecimiento poblacional, el accionar municipal en lo que respecta a la programación o dibujo urbanístico y de provisión de los distintos servicios, llega siempre con posterioridad a lo ideal. Por lo general, las calles se trazaron debido al empuje y necesidad de los habitantes, y en muchos casos han sido ellos quienes, hasta con medios pocos ortodoxos, hicieron y hacen llegar el agua, la energía y la apertura de calles hasta sus improvisadas viviendas. Hay que destacar que esta tendencia está cambiando, aunque lentamente.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Fuente: Juan Remigio Tapia Palomo – La región del Colorado – Historia, cultura y paisaje en la frontera.
Marcelo Sili – Andrés Kozel – Roberto Bustos Cara (2015)
Juan Remigio Tapia Palomo nació en Rincón de los Sauces, poco antes de la fundación de la ciudad petrolera. Es hijo, nieto y bisnieto de pioneros de la región. Trabajador petrolero, presidente de la Asociación Civil y Comunitaria “Pioneros de Rincón”. En 2012 presentó el libro Huellas, la historia de Rincón de los Sauces, declarado de Interés municipal por el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad y de Interés legislativo por la Honorable Legislatura de la provincia de Neuquén.
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