La época que abarcó desde 1965 a 1970 se la podría llamar “la época de las vacas gordas”, pues se manifestaba mucha abundancia, por lo menos en ese campamento de Y.P.F. de Rincón de los Sauces. Tanto era así, que por cualquier festejo, como fiestas patrias y Día del Petróleo, se hacían grandes banquetes e Y.P.F. invitaba a toda la gente del lugar, incluso hasta los iba a buscar a sus casas, algunas a bastante distancia.
Todo empezaba al mediodía de la fecha del festejo, con un gran asado popular, donde no faltaba nada; luego había eventos deportivos. A la noche, después de una cena sin privaciones, se armaba el baile que duraba hasta el amanecer del día siguiente; de esta manera, todos los participantes pasaban unas jornadas muy amenas y dignas de recordar por su carácter de unión observado en las mismas; petroleros, campesinos, hombres, mujeres y niños, comían, se divertían y luego, cada cual a cumplir con sus obligaciones.
En el año 1970 empezó el emparejamiento de terrenos con el fin de hacer un pueblo; el lugar elegido se encontraba situado a unos dos mil metros del campamento de Y.P.F., y en aquél entonces sólo había yuyos y montículos de arena; el terreno desmalezado tenía unos dos mil metros de largo por unos trescientos de ancho, y estaba compuesto en toda su superficie por arena fina.
Mucho sacrificio y mucha abnegación les esperaba a quienes quisieron instalarse en aquella playa de arena cruda, donde faltaba el agua, la forestación, y donde el viento soplaba sin impedimento. En estas condiciones, se empezó a trabajar para darle a aquél medanal un aspecto diferente. El gobierno de la Provincia se encargó de construir la nueva escuelita, el juzgado de paz y, también la comisaría. Por otro lado, la gente particular empezó a levantar sus propias construcciones; el material empleado, en ese entonces, eran bloques de cemento, y algunos construyeron con adobes crudos.
Entre los primeros pobladores que se instalaron en el pueblo que empezaba a nacer, se encontraban Domingo Santana, Juan Cayupan, Guillermo Palomo, Vicente Landete, Pedro Sánchez, entre otros.
A fines del año 1971 ya el emprendimiento había dado un paso muy notorio, ya era un pueblecito. Solamente, faltaba inaugurarlo para reconocerlo como tal; es así, que el 20 de diciembre de 1971 se procede a su inauguración, colocando su piedra fundamental en su avenida principal, la General Mosconi, a la vez que se inauguran las obras construidas.
Después de la fundación del pueblo de Rincón de los Sauces por el gobernador de la Provincia, Don Felipe Sapag y la totalidad de los ministros, se procedió a formar la Comisión de Fomento, la cual estaba formada de la siguiente manera: el señor Pedro Sánchez, presidente; la señorita Normandina Lara, y los señores Salvador Merino y Julio Trípoli Perna. Según consta en las Actas de la Comisión, el tema más importante a tratar fue el del agua potable y el de las patentes comerciales; a tal fin, se convocó a los pocos comerciantes del lugar el día 15 de enero de 1972; se trató, además, el tema de la posible construcción de un centro de deportes, como así también, la construcción de nuevas calles y un cementerio; se deliberó sobre el posible acuerdo con Y.P.F. para el tendido de agua y luz, dada la importancia que ésta tenía para la radicación de pobladores. Todos coincidieron además, en la apertura de una sala de Primeros Auxilios de atención gratuita.
Para aquel entonces, ya se había formado un club de madres, el cual recibió elogios en esa oportunidad. En estos primeros tiempos, estaba prohibida la instalación de negocios nocturnos. Otro tema que preocupaba era el de una estafeta postal y la instalación de una escuela con comedor escolar.
Había en aquel entonces un salón llamado La Delicia, en el que se realizaban peñas folklóricas. A estas alturas de los acontecimientos, corriendo el año 1972, el problema más grande consistía en poder enripiar las calles del pueblo por las cuales casi era imposible transitar por ser el terreno compuesto de arena fina. Se había firmado un convenio con Vialidad Provincial a fin de llevar a cabo el enripiado, que a su vez confió el trabajo a una empresa contratista con el fin de que lleve a cabo dicho trabajo. La Comisión de Fomento había delegado la fiscalización de esta tarea a la señora Marta de Luque.
En los primeros días del mes de mayo de 1972, se formó una Comisión de Festejos integrada por los señores Julio César Mendivení, presidente; Sefedín Jadul, vicepresidente; Pedro Carlos Borraso, secretario; Rosendo Sepúlveda, pro-secretario; Felipe Montesino, tesorero; Vicente Carlos Landete, pro-tesorero; y, como primero, segundo y tercer vocal respectivamente a Ramona Jara de Landete, Pedro Vargas y Domingo Santana. Esta comisión se encargaría por un año de la organización de fies-tas patrias y demás.
Para aquel entonces, los comercios existentes eran los pertenecientes al señor Enrique Filet (despensa), al señor Sefedín Jadul (despensa), y al señor Carlos Landete (mercado); el primer servicio de restorant-confitería dentro del pueblo, era el perteneciente a la señora Marta de Luque; luego, abrieron locales con las mismas características los señores Juan Cañupan, Héctor Becarías y otros.
La producción de petróleo iba en aumento, como así también el crecimiento del pueblito; el gobierno de la Provincia construyó un barrio de veinte viviendas, a las cuales poco tiempo después se les sumaron otras diez; de esta manera, y a pesar de las dificultades para construir, en tres años de trabajo se había logrado hacer bastante; pero, en enero de 1974, una tormenta eléctrica con fuertes vientos y granizo azotó el pueblito volando el 50% de los techos y algunas viviendas en su totalidad; por suerte, no hubo que lamentar víctimas. Este contratiempo, como otros que a diario sucedían en este Rincón lejano, no desalentó a quienes habían elegido este lugar para construir sus viviendas y su futuro.
El pueblo siguió su crecimiento lento, pero sin detenerse; se construyó un nuevo plan de viviendas provincial. Y.P.F. habilitó un aeropuerto para aviones de regular tamaño. En la zona de Puesto Hernández se hizo una Planta de Recuperación Secundaria, la cual consiste en inyectar agua a pozos sin producción, con la cual aumenta el caudal de producción de los pozos productores. También se amplió la planta de depósito petrolero, y se construyó una línea de alta tensión para traer energía para el funcionamiento de los bombeos de petróleo, como así también para el servicio del pueblo. Todas estas obras, como otras, se realizaron en la década de 1970. Posteriormente se construyó un nuevo plan de cuarenta y ocho viviendas. A partir de 1979 se extendieron las líneas eléctricas, se multiplicó la forestación y el número de comercios aumentó.
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Extraído de: Historia de Rincón De Los Sauces, de Salvador Palomo
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