Toponimia del Neuquén, letra D, E, F, y G, de la obra “Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia” de Gregorio Álvarez.
Letra D
Paso en el departamento de Minas a 1920 metros sobre el nivel del mar, se encuentra en la Cordillera de los Andes en la latitud 36°38’, según Vúletin.
Etimología: el nombre corresponde al de un pajarito anunciador del alba y que vive abundantemente en esta región.
Volcán en el norte del departamento de Chos Malal y arroyo que desagua en el río Barrancas. Aparentemente es un volcán apagado, pero tiene fuentes hídricas y fumarolas hipertermales de gran importancia en su falda y a su pie. Según el andinista Villarroel que lo ha escalado, tiene alrededor de 5.100 metros sobre el nivel del mar. La geografía oficial le asigna 4.707 metros. Con todo, es el cerro más alto del sur argentino.
Son varias, todas caprichosas, las acepciones que se han emitido de este topónimo. Posiblemente el nombre provenga del dialecto o lengua, ya perdida, de los antiguos pehuenches o de la de los chiquillames, rama esta última de las antiguas tribus del sur de Mendoza, en las que su lengua tenía, según los etnólogos que las estudiaron, especialmente Canals Frau, algunos vocablos terminados en uyo (la lengua milcayac). Como la partícula yu figura en topónimos que dan la idea de escondido o encajonado, que es lo que pasa con los arroyos Domuyo, Manchana Cohunco, Los Tachos (de la misma región y mismo origen) y el Yumu Yumu (afluente éste del río Agrio), que corren escondidos entre riberas barrancosas o gargantas profundas en algún punto de su recorrido; podría ser que el topónimo Domuyo sea una alteración de Yumuyod, derivación lingüística frecuente en la toponomástica de la región. La partícula yod significa muy o mucho y en el caso Yumuyu significaría muy encajonado, que es la característica del arroyo Domuyo. Se sabe que, en la toponimia neuquina, el nombre de los ríos o lagunas se transfiere a los cerros en los que nacen. Domuyo es una denominación relativamente moderna del volcán. Havestadt en su viaje por el norte del Neuquén en 1752 no lo menciona; sin embargo, no pudo dejar de verlo, porque es el cerro más alto de los que debió observar, sin exceptuar los de la Cordillera de los Andes en esa latitud.
En 1768, el historiador chileno Carvallo Goyeneche nos dice que era conocido con el nombre de Huecullín, que significa nueva hacienda o lugar de hacienda, posiblemente debido a los buenos lugares de pastoreo de su contorno. Tampoco lo menciona el comandante del fuerte de San Carlos (Mendoza), don Francisco Esquivel y Aldao, que desde este punto realizó dos campañas: una en 1788 y otra en 1792, acompañando a las tribus pehuenches en su lucha contra los huilliches del Neuquén.
Con todo, no creo que haya llevado mucho tiempo el nombre mencionado por Carvallo Goveneche, dado que a los indios se les atribuye la creación de leyendas mitológicas de tipo autóctono, basadas en las características telúricas actuales del volcán Domuyo; y por otra parte reiteramos que por lo general los topónimos del Neuquén han sido inspirados por la característica de ríos, arroyos y lagunas que, en la época del indígena pedestre, tenían más importancia como mojones o guías indicadoras, necesarias para sus viajes o traslados trashumantes, que los cerros por grandes que éstos fueren.
Del topónimo Domuyo se ha difundido una traducción sin tener en cuenta las condiciones y responsabilidad que exige la toponimia, ni el volcán que se pretende designar. Este está ubicado en el norte del Neuquén, en zona no completamente explorada y en parte inaccesible, constituyendo un sistema orográfico propio, cuyo estudio irá en el tomo de Geografía de esta obra.
La etimología imaginada por algunos aficionados la han basado en palabras buscadas en diccionarios, en los que domo significa mujer y yu, nariz. Debemos abogar porque se olvide tan caprichosa e infundada formulación.
Si admitimos un origen mapuche, es más lógico hacerlo derivar de yumu, que tiene dos acepciones: una que significa resplandeciente en virtud del aspecto que toma el agua del arroyo cuando reverbera en su superficie el sol, y otra que se refiere al cauce del arroyo, que corre muy escondido o encajonado.
Fundado en estas consideraciones, derivadas de mi observación personal, en varios viajes, opino que el nombre del cerro proviene de la denominación del arroyo Domuyo, y éste de los vocablos yumu, con la acepción arriba enunciada y yod, qué significa más, en sentido comparativo.
En conclusión, según mis estudios, la denominación del cerro proviene del nombre del o de los arroyos que nacen en él, y a éstos puede asignárseles dos acepciones: el de resplandeciente y el de escondido.
Letra E
Portezuelo y paso de la Cordillera del Viento en el departamento Minas del Neuquén, en el camino de Chos Malal a Andacollo.
El nombre se debe a grandes bloques de piedra volcánica, oscura, a la que los aborígenes llamaban cudi. La o es corruptela de hue, lugar; de lo que se infiere que cudío es alteración de cudihue.
Antigua mina en las cercanías de Andacollo en el departamento Minas de la provincia del Neuquén. Significa: el zorrino.
Aguada en la Sierra Negra sobre el paraje llamado Los Barriales, del departamento Pehuenches en Neuquén.
Según Vúletin, su etimología araucana se deriva del nombre genérico científico Baccharis, como por ejemplo la chilca común o rarín.
En la región se lo asemeja a la totora, con una diferencia: que en ésta el corte transversal de la caña es triangular, mientras que el del huatro o vatro lo tiene circular.
Arroyo, cerro y población capital del departamento de Ñorquín, en la provincia del Neuquén.
El nombre se debe a la existencia, como plaga, de un hongo parásito del coirón blanco, pasto regional que existió en la antigüedad. El que hace víctima a los animales ajenos al lugar que no estaban naturalmente inmunizados como los oriundos. Este parásito vegetal fue estudiado, tiempo atrás, por un veterinario de apellido Acosta, quien lo diferenció científicamente. El nombre El Huecú ha sido dado a esta enfermedad por los indios del Neuquén, quienes atribuían su origen a la acción dañina de los espíritus malignos. Actualmente se discute su etiología, porque se observa huecú en animales que no se alimentan con el coirón, como el perro, por ejemplo.
Se la atribuye también a emanaciones provenientes del subsuelo.
Nombre de una bajada y población indígena, sobre la ruta nacional número 40 entre Zapala y Catan Lil.
El topónimo se debe al nombre de un peoncito de campo que en los arreos y en los viajes encabeza la tropilla, sea de caballares y más recientemente tropa de carro.
Cerros de apariencia gemelar y portezuelo que se levantan en la falda de la cordillera del Durazno, en el departamento Norquín del Neuquén.
Etimología: epu, dos; y anca, cuerpo o la mitad de algo. Luego: dos cuerpos iguales.
Nombre de dos lagos que en la región llaman las lagunas, en el departamento Minas del Neuquén. Existe otro lago de nombre Epu Lafquen en el sur de la provincia, que no debe confundirse con el anterior.
A orillas del primero, el Epulauquén, tuvieron su reducto desde 1819 a 1832, los Pincheira, famosos bandoleros chilenos que tuvieron en jaque a la región norte del Neuquén, la correspondiente República de Chile y provincias de Mendoza y Buenos Aires.
La significación deriva de epu, que es dos y lauquén, que es lago o laguna, mientras que para el Epu Lafquen (del sur) debe interpretarse como segundo lago, por ser dos las fuentes lacustres que originan el lago Huechu Lafquen, a saber: el lago Paimún y el Epu Lafquen.
Nótese que la grafía lauquén y lafquen son equivalentes.
Existe una confusión lamentable en el sur y especialmente en San Martín de los Andes, que se debe a la similitud de ambos topónimos por desconocimiento histórico y geográfico del norte del Neuquén; en libros de dos escritores, uno copiado del primero, que relacionan el escorial del Epu Lafquen (del sur), con una supuesta “plaza de armas de los Pincheira”. Este error debe olvidarse porque existen suficientes pruebas sobre el verdadero reducto de la banda de referencia
Arroyo y sierra en el camino que conduce desde Zapala a Rahue por Catán Lil, en el departamento de este último nombre.
Toponímicamente su traducción deriva del siguiente análisis: cudi, equivalente a curi, que es negro; voro, equivalente a huesos, es espinazo; y ñiri, es zorro; de aquí: Espinazo del zorro.
Letra F
Lago en el departamento Lácar, sierra de por medio, al norte del lago Traful. Este cerro mide 2.550 metros de altura.
El topónimo recuerda el nombre del explorador Tomás Falkner en el siglo XVIII.
Pampa situada al sur del Domuyo. Es la iniciación de la Cordillera del Viento hacia el sur.
En ella mantenía su hacienda un tal Ferrada, de Linares (Chile), quien pagaba talaje, en patacones, al cacique Caepe, dueño de la misma. Vulgarmente los chilenos de la región la llaman pampa Ferraína.
Cerro de 2.200 metros de altura en el departamento Los Lagos. Es una de las alturas de la sierra Cuyín Manzano, sobre la margen norte del brazo Huemul del lago Nahuel Huapi.
Este topónimo recuerda el nombre de la esposa de Saihueque impuesto por el perito Moreno.
El verdadero topónimo, recordado por los antiguos pobladores es Filo-hue-huén. Y así está asentado en un mapa de la provincia del Neuquén, editado en 1889 por el Instituto Geográfico Argentino, grabado por P. Ludwig y litografiado por José Ruland; Buenos Aires.
La etimología del topónimo proviene de la familia de los Fílu, linaje, hoy representado por varias tribus como Llancafilu, Painefilu, Ancafilu y otros; hue huen, significa lugares o dominios (pluralizado de hue, que es lugar), de modo que la interpretación, basada en la autoctonía, es lugares o pertenencias de los Filu.
La grafía actual de Filuhuahún como: lugar de la boca de la culebra, es un error que se ha venido transmitiendo desde principios de siglo.
Ver el topónimo Cajón de los Vilo.
Es el nombre indígena que tenía la actual ciudad de General Roca, en la provincia del Río Negro.
Su etimología deriva del araucano.
Según los toponomistas, fisque significa fresco. Stieben en su Toponimia Araucana, dice textualmente: “Fiscu Menuco – Fiscu es el adjetivo castellano fresco, dice Augusta. El menuco, ya queda descripto. Es el antiguo ojo de agua o círculo que queda libre de la vegetación flotante, en el centro del pozón de agua y muy pantanoso alrededor.”
‘‘El Menuco Fresco. Lugar en donde fuera fundado General Roca. El manantial ha desaparecido.”
Según opinión personal del autor, el topónimo pudo ser primitivamente Afi-Co-Menoco, que analíticamente puede interpretarse: afi, terminar; co, agua y menoco, pantano. Interpretación: pantano donde termina el arroyo o manantial.
Río al sur del lago Nahuel Huapi, en la provincia del Río Negro.
Foigue o foye, nombre del vulgar canelo o árbol sagrado de los mapuches, el que es objeto de todo homenaje y el que cura todas las enfermedades. De foye deriva el río Foye Leuvú o simplemente Foyel; fue el nombre de un cacique que vivía al sur del lago Nahuel Huapi y muy amigo de su protector, el perito Moreno, de quien había sido antes su adversario.
Letra G
Arroyo existente en el norte del departamento de Norquín, que unido al arroyo Ranquilco desagua en el río Trocomán.
Etimológicamente su nombre deriva del araucano. El prefijo hua; es apócope de huatro; la i es partícula aditiva y eufónica; co, agua. De modo que el topónimo significa: arroyo del guatro, huatro o batro, que es totora. Es una planta acuática muy parecida al ranquil o carrizo.
Río cordillerano, afluente del río Neuquén, en el departamento Minas. Su nombre, que es el que lleva actualmente, se debe a la tribu de Los Guañacos, que habitó sus costas hasta su desintegración, por efecto de la toma de posesión del norte neuquino por la 4a División, al mando del teniente coronel Napoleón Uriburu, en la expedición del teniente general Julio A. Roca, en 1879.
Acotaciones cartográficas antiguas, nos informan que el río se llamaba Arin Leuvú, nombre que se transformó posterionnente en Rarín Leuvú, que significa río de las chilcas (Baccharis), por existir en sus márgenes o costas, abundantes matas llamadas rarín en lengua araucana.
Según mis investigaciones, todas las denominaciones enunciadas más arriba han circulado en la región, es decir: Arinleuvú, Rarín Leuvú y Guañacos, pero el topónimo actual, según mi análisis etimológico, provendría de: hua o gua, apócope de huatro, que es la vulgar chilca en araucano; ña, partícula aditiva muy usada en las tribus para referirse a pertenencia; y co, que es agua. De modo que el topónimo sería: guaña-co.
Ahora bien: la pluralización se debe a que la tribu estaba compuesta por cinco hermanos que en la región eran llamados Los Guañacos, sin que en la denominación tuviera que ver el animal auquénido llamado guanaco. El padre era un cacique muy rico qué siempre habitó el valle o Cajón, en donde tiene su curso el río llamado hoy río Guañacos.
Para el autor, es el topónimo legítimo, cuya denominación se deriva de las chilcas que abundan en sus márgenes.
Para reafirmar mi interpretación cábeme agregar que tanto Rarin Leuvú, como Guañacos, le corresponde la misma significación: río de las chilcas, avalada con un conocimiento personal en mis periplos a caballo en el norte de la provincia del Neuquén. En cuanto a Arín Leuvú pienso que es una corruptela difundida por los primeros viajeros chilenos que conocieron la zona. A mi entender no cabe comentar sobre esta denominación, que significa río caliente, porque sus aguas se originan por el deshielo de las nieves cordilleranas.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Toponimia del Neuquén, extraído de la obra «Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia» de Gregorio Álvarez
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