Toponimia del Neuquén, de la obra “Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia” de Gregorio Álvarez.
Paraje o valle en la cordillera; ciudad importante de la provincia de Río Negro situada al sur del lago Nahuel Huapi.
El topónimo no debiera ser Bariloche sino Vuriloche, según Erize y otros. Provendría del mapuche. No se conocía esta región hasta después de la mitad del siglo XIX.
Análisis para la interpretación según Erize: “vuri, con su posible modificación bari, proviene del mapuche y significa detrás o dorso o del otro lado; el término lo no existe en el habla del mapuche chileno; es una voz exclusiva del mapuche argentino o sea del de este lado de la cordillera, que significa médano. Iloche es carne humana y no significa antropófago como lo tradujo Tomás Guevara. En mapuche, antropófago se llamó ilochetuve; lol es valle y lov, valle y también caserío o toldería”.
Como complemento del estudio de este topónimo, transcribimos lo que anota Erize en su Diccionario Comentado Mapuche Español, página 202: ‘‘Hemos desechado por inexacta la acepción generalizada de «antropófago»”.
El análisis etimológico del vocablo es categórico: ilo, es carne; che, es gente; iloche, antropófago, proviene de Valdivia, iniciador de la filología mapuche; sea por omisión involuntaria parcial en su manuscrito, sea por error omisional de la Imprenta de Lima, que en aquella época (1606), era muy deficiente; error automáticamente reproducido por los sucesivos lingüistas hasta la actualidad; la voz antropófago no es aplicable al mapuche —éste nunca lo fue— usándose en muy limitados casos, con seres mitológicos, razón por la cual puede explicarse el interés de aclarar una palabra situada fuera del habla común. Un solo autor, Juan Félix José de Augusta, barruntó el error tratando de rectificarlo. En su Diccionario Araucano Español no menciona iloche, y al antropófago lo denomina ilochetuve, acepción también errónea. Dándose cuenta de ello más tarde en su Diccionario Español-Araucano, modifica nuevamente el vocablo y lo reemplaza por ilotucheve. Aunque le haya agregado el indicativo de comer, tu, del que carecía en los vocablos anteriores, esta voz no es tampoco exacta. Ilo, carne; tu, comer; che, gente; ve, el que acostumbra; es decir gente que acostumbra a comer carne, gente carnívora. Vemos que a pesar de haberse dado cuenta de la inexactitud de la palabra, Augusta no llegó al esclarecimiento total del problema. Para nosotros y para todos aquellos que analicen su etimología, antropófago debe traducirse por ilochetuve. Iloche, carne humana; tu, comer; ve, el que acostumbra, es decir gente que acostumbra a comer carne humana.
Según la señora Berta Koessler Ilg, “Bariloche: aunque no la registran los diccionarios que he consultado, innumerables veces escuché la voz lofche de boca de mis mejores narradores, como el cacique Abel Kurüuinka, Kolipán, Kinchauala y Pedro Kurüuinka y de algunos indígenas más. Lofche, significa, según ellos, lugar o caserío frecuentado. Se lo explicaría por el sufijo che, sumado al nombre lof. Según el padre Moesbach, en su libro Voz de Arauco, al referirse a los aillarehues, “los levos o rehues eran integrados por 6 a 8 cahuines. Las subdivisiones de los cahuines se denominaban muchulla (entre los huilliches) o lof (entre los moluches); eran las familias-aldeas o rancherías que hoy en día se llaman reducciones; las dirigía el inalonco (caciquillo) o representante del cacique. Traigo esto a colación porque recuerdo cuánto indignaba a mis citados informantes el topónimo Bariloche y las etimologías con que suele explicarse”. “Bari, decían, no hay en nuestra lengua”. “En cuanto a derivar el nombre de iloche o ilochetufe, refiriéndose a canibalismo, la idea les resultaba ridícula. Por mi parte observo que en cuanto se ha historiado de las costumbres mapuches, no resulta probable la existencia de un grupo dedicado al canibalismo. La antropología araucana aparece limitada como prácticas rituales. Mis informantes descomponían el topónimo en Mari-lof-che o sea gentes de diez caseríos o tribus (o más bien clanes). Algunos indígenas me expresaron que lof era caserío de un solo clan grande, de los de antes, con organización parcial. Otros tradujeron lof, por tolderías. Hasta aquí la etimología popular. Según he tenido noticia, existen documentos antiguos que registran Vuriloche como forma anterior del topónimo y también nombre de una tribu o grupo de araucanos provenientes del otro lado de la cordillera. Moesbach, en la obra citada, Vuriloche (añade entre paréntesis Bariloche), descompone estos topónimos en furilo, estando atrás, adentro; y che, gente. El nombre resulta entonces gente de la región interior. No me parece segura esta etimología, como tampoco me parece probable furi-lo-che, gente del otro lado de la duna. Propongo furi-lofche, caserío de atrás del lof o gente del lof de más allá”.
Tomás Guevara, de Chile, anota Buriloche. Proviene según la grafía etnológica de algunos toponomistas, de vuri, detrás; lo, médano; che, gente. Luego topónimo y gentilicio de las tribus vuriloches de los antiguos tiempos.
Comentario del autor: El vocablo no es de origen huilliche serrano, porque si lo fuera, no se escribiría Buriloche ni Vuriloche, porque los indios no conocían la fonética española de las letras B ni V, las que en su modalidad dialectal son reemplazadas por la F, y en tal caso, el topónimo y gentilicio sería Furiloche. No siendo huilliche, ni mapuche, ni pehuenche clásico, tiene que ser un término híbrido de tehuelche antiguo o poya o genena kene, y araucano. No es el primer caso de vocablos formados por prefijos tehuelches y sufijos araucanos. Como acotación agregaré que los indios chilenos, al expresar lo que nosotros llamaríamos retrocordillera, dicen vuri mahuida, que es decir del otro’ lado de la cordillera. No sería raro que en el transcurso del tiempo los indios chilenos prescindieran del término mahuida que les hacía demasiado larga la denominación y en lugar de vuriloche mahuida se difundiera la costumbre de llamar a sus habitantes con el nombre de la región, es decir Vuriloche, en el sentido de gente del otro lado de la cordillera.
En los libros chilenos se observa una interpretación en desacuerdo con lo que expresamos más arriba. Hacen derivar el término de vuri, detrás y de iloche, gente antropófaga, pero no hay seguridad de que los antiguos tehuelches lo fueran, porque de haberlo sido hubiéranse comido al padre Mascardi cuando lo mataron.
El padre Housse, en su libro “Epopeya india’ ha escrito el vocablo con B en dos formas, Bariloche y Barriloche, pero sin dar el significado.
Para el toponomista chileno Carlos E. Durand, el topónimo real es Varilov-che que significa: tolderías de la gente de atrás. Según los filólogos la B no tiene razón de estar, como lo afirma el erudito escritor Juan Martín Biedma con las siguientes pa-labras al referirse al vocablo Vuriloche: “. . .los primitivos cronistas escriben Buriloche o Vuriloche. Olivares, Machoni y Enrich, lo escriben con B, en cambio Menéndez lo hace con V. Esta última es la más correcta porque la lengua araucana, según la regla, no posee la B. Por esta razón Menéndez, quien aprendió los rudimentos del araucano y se esmera en escribir los nombres conforme a su ortografía, escribe la palabra constantemente con V”. (Véase Toponimia del Parque Nacional del Nahuel Huapi.)
Cerro situado en la margen norte del lago Nahuel Huapi, en el departamento Los Lagos, de la provincia del Neuquén.
La denominación fue impuesta por el perito Francisco P. Moreno, en homenaje al almirante argentino don Onofre Betbeder. Como ha sucedido con otros topónimos, la grafía en los mapas de las agencias turísticas que no se han documentado debidamente, ha permitido que se olvide la verdadera intención de Moreno, que alguna razón tuvo para recordar a un prócer civil que hizo honor a su patria.
En consecuencia, el topónimo real es: Cerro Betbeder.
Río afluente del río Nahueve, en el departamento Minas. Nace en la Cordillera de los Andes y corre al norte del Cajón Nuevo, en la provincia del Neuquén.
Se admiten varias acepciones. Puede provenir de bura, detrás, por estar detrás de la cordillera con relación a Chile; y leo, apócope de leuvú, que es río. Puede provenir también de ura, o de uda, que significa apartado y entonces sería río apartado; o de urre, que significa amargo, pero el sabor de sus aguas, que he probado, no denotan esta particularidad.
Los que consideran la acepción de amargo, dicen que su nombre se debe posiblemente al contenido de una sal parecida al “solimán”, muy vulgar en Chile y fronteras neuquinas. Esta es también la opinión corriente en el lugar, pero se ignora cuál es la calidad de la sal de referencia. Complementamos esta información, dando a conocer que el Buraleo tiene como afluente un arroyo que se llama Solimán.
Arroyo tributario del río Colorado en el departamento Pehuen- ches de la provincia del Neuquén.
Proviene de buta, grande; y co, agua.
Existe otro arroyo al norte del precedente con el nombre Butaquito porque tiene menor caudal. Este desemboca en el río Barrancas.
Nombre de un valle subcordillerano, arroyo y cerro del departamento Loncopué, de la provincia del Neuquén. El arroyo es afluente de otro llamado Yumu Yumu, tributario, a su vez, del río Agrio.
Significa gran valle u hondonada.
Arroyo en el departamento Chos Malal, de la provincia del Neuquén. Este topónimo corresponde también a un cerro que le es propincuo. Existen varios accidentes toponímicos del mismo nombre en las provincias del Neuquén y de Mendoza. Los más importantes son el del departamento de Chos Malal y el de Minas. Este último da origen al río Lileo o Lig Leuvú y su nombre al Cajón y Paso de Vuta Mallín en la Cordillera de los Andes.
La etimología es de origen Mapuche; buta significa grande (grafía norteña del Neuquén), y mallín es pastizal; de modo que significa: gran pastizal.
En el Buta Mallín, del departamento Chos Malal, existe una fuente de agua mesotermal.
Arroyo, cerro y valle en el departamento Minas de la provincia del Neuquén.
El topónimo proviene de buta o vuta, que es grande y de lon, que es valle o cañadón. En lengua araucana legítima se denominaba lol a lo que es valle o profundidad. En el transcurso del tiempo y por razones de eufonía, según creo, lol se ha transformado en lon. Algunos autores aún siguen opinando que es lom o ló. Este último término es pampeano y corresponde a médano.
Luego, la interpretación del topónimo es: gran cajón, cañadón u hondonada.
El Cajón de Butalón, es el mayor de los grandes cañadones de la Cordillera del Viento, a la cual divide, en parte de su extensión, en dos cordilleras longitudinales; y el arroyo es afluente del río Neuquén.
Explanada y cerro sobre la cordillera de Flores, en el norte del departamento Minas, del Neuquén. Mi interpretación personal es la siguiente: buta, grande; y pailón, coironal, derivado de paila, pasto duro llamado coirón en nuestro país y paila en Chile. Es una pampa muy extensa y muy pastosa a la que llaman también “pampa del sol” en la región. Luego el topónimo corresponde a gran coironal, del cual participa el cerro que forma el contrafuerte norte de la cordillera de Flores, asentada ésta entre la laguna de Varvarco Tapia, río Varvarco, Cajón de los Chenques y río Neuquén.
Nombre de arroyo y del pueblo cabecera del departamento Pehuenches en el norte de la provincia del Neuquén, ubicado en las proximidades del paralelo 37° y meridiano 69° 50’.
Su etimología deriva del araucano, en la que el primer término, buta, significa grande, y ranquil o ranquel, carrizo. Luego: carrizal grande.
Es pueblo importante y por él pasa la ruta 40.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Toponimia del Neuquén, extraído de la obra “Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia” de Gregorio Álvarez
¿Te gusta la historia neuquina? ¿Tenés algo que contar o compartir y querés colaborar con Más Neuquén? Entonces hacé Click Aquí
También podés ayudarnos compartiendo este artículo en las redes sociales.