Toponimia del Neuquén, de la obra «Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia» de Gregorio Álvarez.
Nombre de río y cerro en el departamento Lácar de la provincia del Neuquén.
Toponomásticamente cabría interpretarlo como: ai, brillante o lindo y co, agua. Luego, arroyo de agua brillante, lo que es una realidad.
Desde su nacimiento en la Cordillera de los Andes, hasta su desembocadura en el lago Nonthué, continuación del Lácar, tiene un recorrido casi paralelo al de la línea que limita nuestro país con la República de Chile. Un cerro que tiene el mismo nombre está situado entre el lago Queñi y la cordillera.
Pantano situado al sur del lago Huechu Lafquen, en el departamento Huilliches de la provincia del Neuquén. Opiniones de toponomistas:
Vúletin anota: achén, athen, atren, le atribuye el significado de molido, guadaloso; niellu o ñelo, lo traduce como laguna temporaria, ciénaga, tembladeral. Luego; pantano revuelto.
Stieben: athen, ablandarse, deshacerse, desmoronarse, remolerse y niellu del verbo nien: haber, que hay, donde hay, es decir, locativo.
Según el autor se interpreta como: ciénaga mala, en el sentido de traicionera, es decir, en la que puede hundirse el viajero que la cruce. Achén provendría de acha o ata que es mala y en derivado de nguen que es serlo; niello o ñelc, ciénaga.
Otra interpretación del autor: achen, guadaloso y ñelo o niello, completa la acción, ciénaga o pantano. Como se repite el mismo significado con distintas palabras, lo que en araucano multiplica su significado, debemos interpretar el topónimo como: muy guadaloso o muy pantanoso.
Guadal es el nombre que reciben, especialmente en la pampa, los pantanos o menucos y también los terrenos cubiertos de arena muy fina en la que se hunden los cascos de los caballos y las ruedas de los vehículos.
Arroyo y cañadón del Neuquén, en el departamento de Collón Curá.
Según Vúletin el nombre provendría de achi, corruptela de athen, que significa desmenuzar, pulverizar y co, agua. Luego agua pulverizada.
Según Astraldi el topónimo provendría de achircun, que significa avinagrarse el estómago.
Stieben traduce el topónimo como agua amarga, que produce esos efectos y agrega que es el nombre de un cañadón por el que pasa el camino que va de paso Limay a Piedra del Águila y el de una estancia de las inmediaciones.
En mi opinión, sin negar las de los autores precedentes, athren, achrem o achén aplicada a un arroyo, significa desmoronarse, por lo blando y arenoso del terreno, lo que nos lleva a la siguiente interpretación: Arroyo que se desmorona.
Río en el departamento de Norquín, en la provincia del Neuquén.
Nace en el volcán Copahue y el sabor agrio proviene de las efusiones termales de este cerro, cuyas aguas contienen además de sales sulfurosas, una buena cantidad de ácido sulfúrico y ácido clorhídrico.
En la época indígena se conocía este río con el nombre de Mucún o Mocún y como a su vera se libraron varios combates entre las tribus y nuestros ejércitos, tiene un interés histórico que se expone, oportunamente, en el desarrollo de esta obra (Aclaración: de Gregorio Álvarez).
No sabemos desde cuándo data el cambio de su nombre autóctono, pero es una lástima que haya sido reemplazado, como ha pasado en otros tantos casos.
En su trayecto, el río Agrio recibe varios arroyos que bajan de la cordillera, los que le van cambiando paulatinamente su sabor original.
Nombre de un arroyo en el norte del Neuquén, departamento Minas. Nace y corre entre la sierra Lumavia y afluye en la margen izquierda del río Nahueve, cerca de la bajada llamada “La Piedra Pesada’’.
No se conoce el significado.
En la sierra contigua a la que tiene lugar su nacimiento (la de Coyamuelo), según voz corriente en la zona, existe enterrado el tesoro de los célebres bandoleros Pincheira, que fueron exterminados el 14 de enero de 1832.
Nombre de un arroyo, sierras, termas y campos aledaños, en la región norte de la provincia del Neuquén, departamento de Chos Malal. El arroyo nace en la ladera sur de la sierra de Ailinco, que es desprendimiento del gran cerro Domuyo. Opiniones de toponomistas:
Groeber: ailin, ripio chico y de tamaño intermedio, visible en los fondos de arroyos con aguas claras y distribuidos en cono de deyección por el cual corren distintos brazos de algún arroyo (según la descripción dada por Juan Antonio Barro).
Febrés: Cascajo o piedras en la orilla del bajío o río.
Barbará: Ayliñ, banco de arena y también bajío.
Augusta: Ailiñ es claro, transparente.
Opinión del autor: La etimología del topónimo es de origen araucano; está compuesta por Ai-lil-co, cuya traducción corresponde a: Ai que es brillante o lindo; lil, risco o roca (en este caso desmenuzada); y co, agua.
Significado: Arroyo brillante que corre sobre ripio o cascajo. Esta traducción se ajusta exactamente a la característica del arroyo Ailinco, cuyas aguas, de suma transparencia en su comienzo, corren por un cauce de pedregullo semejante a trozos de vidrios de diferentes colores.
También llevan este nombre un cerro situado al este de San Martín de los Andes y al sur del cerro Catedral, y un arroyo al sur de la provincia de Mendoza que desemboca en la margen izquierda del río Barrancas.
Toponomásticamente es un lugar del Neuquén sito en el departamento Lácar.
Según algunos toponomistas, significaría: nueve cortaderas o pajas ratoneras.
Mi opinión confirma el significado de: nueve para ailla; en cuanto a quina o cünga, no sólo designa a la paja para techar sino también goza la acepción de: antiguo linaje o familia. Así entendido, Ailla Quina debe traducirse también por: nueve familias o familia de los Ailla.
Arroyo del Neuquén en el departamento de Chos Malal, al norte del cerro Domuyo. En su curso medio atraviesa una quebrada profunda y estrecha de paredes negras y abruptas, muy a propósito para dar origen a su nombre, dice Vúletin.
Según Groeber, Vúletin, Stieben, Havestadt, su etimología sugeriría: ánima, muerto o difunto y co, agua. Significado: Arroyo del diablo.
Según mi opinión corresponde al sabor del agua, que es astringente, porque el arroyo bordea un cerro cuya estructura es la de un mineral alumínico (tal vez silicato de aluminio). En lengua pampeana alhue significa alumbre, según el diccionario de Juan M. de Rosas, publicado por Stieben. Aboga esta interpretación la advertencia que me hizo mi baqueano para no beber dicha agua, ni que tampoco lo hicieran los caballos.
Arroyo afluente del río Collón Curá, al sur del río Caleufú, en donde tuvo sus toldos Shaihueque y actualmente es asiento de una estancia. El lugar se caracteriza por estar cubierto de piedras lisas o cantos rodados provenientes de las márgenes del arroyo Alicurá.
Según Rosas, ali significa reseco, quemado; según el chileno Augusta, quiere decir mucho; según algún otro, Eli Cura que significa piedras lisas, mientras que para otro, Alicura sería mucha piedra o pedregal. La mención de este topónimo reviste interés histórico porque el ruido que produjeron las pisadas del perito Francisco P. Moreno sobre el pedregal la noche que fugó de los toldos de Caleufú, provocó el ladrido de la jauría, que despertó a la indiada. Esta, sin embargo, no pudo perseguir al prófugo.
Cura, ya se sabe que es piedra. Luego preferimos como denominación más ajustada la de Eli Cura, con la acepción de piedras lisas; admitida también por el perito Moreno, según me refirió su hijo Eduardo. El pedregal está formado por piedras redondeadas o cantos rodados y por lo tanto lisas, que caldeadas por el sol hacen insoportable el caminar sobre ellas, lo que vendría a corroborar el significado de caliente que también podría corresponderle.
COMENTARIO: Existe en el mismo lugar otro río llamado Yala-leú-curá, que desagua casi junto con el Alicurá en el Collón Curá. El explorador Cox hacía referencia a un Lali- curá, que no es otro que el Yaleleú-curá del perito Francisco P. Moreno y el Alicurá de la cartografía.
Nombre de un río, de un lago, de una población y de un departamento de la provincia del Neuquén.
Según algunos autores, entre ellos el padre Guillermo Furlong, derivaría de la palabra latina lumine que significa luz; para otros la interpretación sería relumbra adentro o en la profundidad y provendría de la lengua araucana. El análisis del término permite inferir lo siguiente: alun, relumbrar; minu, abajo o adentro. En mi opinión, ya que no me convence por qué minu se transformó en miné, cabría admitir la siguiente interpretación: alu, que según el araucanista Augusta es mucho o bastante; min, apocopado de minu, que es adentro o abajo; y ñe, ojo, equivalente a “ver”. Luego el topónimo podría ser: se ve bastante profundo, lo que es una realidad debido a la transparencia de las aguas del lago que lleva este nombre. Este fenómeno puede apreciarse con más evidencia en el paraje llamado Angostura de Icalma, en donde se unen por medio de una corriente bastante honda y transparente el lago Moquehue con el Aluminé. Erize, en su diccionario mapuche, adhiere a la opinión arriba expresada.
El topónimo corresponde al río y al lago ubicado en la costa oriental de la cordillera, cerca del meridiano 71° y del paralelo 38°35’.
Su espejo luce maravillosamente al recibir los rayos del sol o los de nuestro satélite en las noches de plenilunio. Tal espectáculo originó en la mente del aborigen una hermosa leyenda que lo hace derivar de las lágrimas que derramó la luna por una injusticia que le hizo su marido, el sol. El río Aluminé, según los mapas de Olascoaga, cambia su nombre a poco rodar, por el de Vuta Cuyún, que se menciona en el siglo XVIII en los itinerarios de Aldao cuando acompañó a los pehuenches en sus campañas contra los huilliches. Cuando recibe el río Catán Lil, así llamado por correr en tierras de los catapuliches (gente de los cerros con agujeros), toma el nombre de río de los Catapuliches y al recibir después el Chimehuín, el de Collón Curá, que conserva hasta su confluencia con el Limay.
Algún autor ha escrito Anün Car. En este caso significaría asiento de población, debido quizás a la que hubo en las inmediaciones del volcán Tronador en los antiguos tiempos. Era el nombre que los indios daban al cerro Tronador, cuyo pico central conserva el nombre de Anón. En lo referente a Amun Car, la interpretación sería: población de andariegos, derivado de amun, que es ir, caminar, andar y car, población, como hemos dicho.
Existe una leyenda que data de los primeros exploradores que vinieron de Chile al Neuquén, entre ellos el misionero Mascardi, de quien la escritora Carmen Arolf recopiló los motivos para componer la suya. (Véase «Donde estuvo el Paraíso» de Gregorio Álvarez)
Pequeña población y nombre de un cacique que aún vive en el departamento Confluencia de la provincia del Neuquén.
La denominación proviene de la lengua araucana, cuya partícula anca es cuerpo; y filo o vilo o filu, es culebra.
Según Vúletin, que coincide con la opinión general, el significado es: cuerpo de víbora.
En mi opinión: anca en este caso debe interpretarse como adjetivo que está calificando al vocablo vilo; así entendido, la más aceptable acepción sería víbora corpulenta o para usar un término criollo, víbora rechoncha. Da consistencia a esta interpretación el existir boas en la región.
Topónimo de origen quichua que corresponde a la localidad cabecera del departamento Las Minas, de la provincia del Neuquén. Proviene del nombre de la virgen de Andacollo, patrona de los mineros del norte de Chile. El señor don Alfredo Ossa, minero que vino al Neuquén en 1905, presidente de la Compañia Minera Gold Mines S.A., bautizó con este nombre al lugar cuando todavía no era pueblo. Significa según Storni, en su libro El hombre de la Tukma: Lo mejor entre los minerales.
Según Vúletin la palabra se descompondría en anda por anta, metal cobre (quichua); eolio: mina (quichua).
Se sabe que antiguamente su riqueza aurífera fue explotada por los chilenos y de esa época data su denominación, procedente del Altiplano, lo que explica su etimología quichua.
Población en el departamento Huilliches de la provincia del Neuquén, situada en la margen oriental del lago Lolog. Deriva de anti o antü, sol y llanca, cuenta o chaquira de vidrio o material parecido, con la que las antiguas aborígenes formaban sus collares y otros adornos. Luego: joya o chaquira del sol.
Incluyo este topónimo a pesar de pertenecer a la vecina República de Chile, por estar relacionado con la vida de los antiguos pehuenches del Neuquén durante cuatro siglos de su historia. El boquete chileno de Antuco corresponde al llamado Pichachén en la banda oriental o neuquina de la cordillera de los Andes.
Para el autor el topónimo verdadero sería Entuco y no Antuco. Se funda en la grafía impresa en el mapa del misionero Fray Bernardo de Havestadt, que en 1751 y en 1752 recorrió a caballo la región norte del Neuquén y sur de Mendoza, en misión de adoctrinamiento religioso de los pehuenches. En efecto, si bien el nombre del volcán Antuco se ha generalizado y ha originado la traducción de agua del sol, el verdadero topónimo provendría de entu, que es sacar y co, que es agua; que es la realidad, pues el río Entuco saca el agua del lago de La Laja, situado sobre la cordillera. Es el río el que transfiere el nombre al volcán, según la regla toponomástica vigente. El volcán de Antuco hizo su cráter en 1750 y debe su nombre al de un paraje inmediato por el que corre el río Entuco. Para nosotros, siguiendo a Havestadt, éste es el verdadero topónimo, que con el correr del tiempo ha degenerado en Antuco.
Nombre de ciénaga, población y cabecera del departamento del mismo nombre.
Según Félix San Martín es el paraje o lugar del muerto. Cuyanito opina lo mismo.
Yo creo que el topónimo proviene de la, que es extendido o dilatado y ñelo derivado de gnelo, que es ciénaga. Interpretación: ciénaga extensa o dilatada; que es una realidad geográfica que cualquiera puede comprobar. La costumbre ha determinado que al pronunciarse, se yuxtaponga la letra l a la preposición de, quedando del Añelo lo que debió ser de Láñelo. Así entendido, Láñelo es una ciénaga que se extiende desde la base sudeste de la sierra Auca Mahuida hacia el oeste, hasta terminar en el camino que une a Chos Malal con Cipolletti. Esta ciénaga, en los inviernos lluviosos, se transforma en un tremedal peligroso para cruzarlo a caballo.
En favor de nuestra tesis debemos acotar que hemos conocido el topónimo desde muy atrás y que jamás hemos oído pronunciar Ciénaga de Añelo, Subida de Añelo, Bajada de Añelo; sino Ciénaga, Subida, Bajada y Pampa del Láñelo.
Por otra parte, si se hace el estudio analítico para definir la significación más aceptable, solamente podemos interpretar el término ñelo, derivado de gnelo que es ciénaga, pero no podemos hacerlo con la a; en cambio podemos hacerlo con el prefijo la, que es extenso, dilatado, como también puede ser muerto. Pero no creo que sea éste el caso en el topónimo que estudiamos.
En conclusión, estimo que primitivamente el topónimo impuesto por los indios ha sido Láñelo y que la pronunciación del español lo falseó en su estructura y con ello en su verdadera interpretación, que es ciénaga extensa o dilatada.
Pasos cordilleranos del Neuquén; existen dos topónimos: Añihueraque uno, en el departamento de Aluminé cerca del extremo occidental del lago Quillón, y otro en el departamento Huilliches al norte del lago Tromen, en el camino de Mamuil Malal a Pucón.
Deriva del mapuche Anü-hue-raqui.
Opinión de autores:
Según Vúletin: anühe, cuero que utilizan los indígenas para sentarse durante sus parlamentos; raqui, bandurria.
Moesbach interpreta: anún, sentarse; hue, utensilio o asiento.
Análisis filológico del autor: ani o anü, asiento; hue, lugar; raqui, nombre del ave llamada bandurria. De modo que la traducción es: Lugar en donde se asientan las bandurrias.
Es el nombre de una aguada originada por una vertiente cerca del Picún Leufú y el de una barda en el límite departamental, a quince kilómetros del río Limay. Es de notar que la b que figura en la grafía del topónimo se ha suprimido en el alfabeto mapuche o araucano, conservándose solamente en la de ciertos topónimos de la antigua área pehuenche, es decir, en el norte del Neuquén; solamente ha quedado la v que en tiempos de la Colonia tenía el sonido de la u.
Stieben consigna un aquehueque o akuhueque derivado de akuhue que es donde se reúnen, lugar de reunión; que, tanto como siempre, lo que implica la idea de constante o permanente. El topónimo lo aplica en el Neuquén con la siguiente interpretación: Lugar en donde acostumbran reunirse.
Para el autor este topónimo ha experimentado alteraciones lexicográficas de términos que pudieron ser av-que-ve-que o av-que-ue-que.
La etimología, de acuerdo con el análisis estructural del término, es la siguiente: av, se terminó; que, activamente; hueque, el auquénido de nombre llama o “camero de la tierra”.
De modo que la interpretación, coincidiendo además con la de Vúletin, sería: donde se acaban las llamas.
Básase el autor en los conocimientos sobre el pasado indígena de las llamas peruanas, a las que los mapuches denominaban trueques y los colonos españoles carneros de la tierra.
Es un arroyo que desciende en el lado oriental de la Cordillera del Viento.
Análisis etimológico: auqui, mineral de yeso; hue, lugar; co, agua. Significado: Arroyo del lugar donde hay mineral de yeso.
Además de yeso, el lugar tiene greda o arcilla pastosa, pero estos ingredientes no influyen para nada en la composición del topónimo.
Cerro en la pampa de Lapa, provincia del Neuquén, departamento de Catán Lil.
Opiniones de autores:
Groeber: “Cerrito de punta aguda que se eleva a unos 400 metros arriba del nivel de la pampa de Lapa. Sus flancos están constituidos por sedimentos liásicos en los cuales ha penetrado una masa columnar de traquita que se asoma en la punta rocosa. En ella existe una cueva en la cual está enterrado un indígena quien tenía en vida el sobrenombre de arañamún, porque tenía una pierna quemada. La forma gramaticalmente exacta del nombre es posiblemente algo distinta, pero no me ha sido posible reconstruirla con seguridad; creo que la forma elegida ha de acercarse mucho a la realidad”.
Febrés, Vúletin, Stieben, Augusta, además de Groeber, interpretan el topónimo como relacionando aren con quemadura o cicatriz de quemadura y namún es en araucano el nombre de pie o pata si se trata de animal.
En mi opinión, y ateniéndome también a los datos de los autores precedentemente enunciados, el cacique debió llamarse Are Namún, que significa: pie quemado.
Nombre del actual río de Los Guañacos en el alto Neuquén. También se le llamó Rarileo o Rarileuvú.
Proviene de rari: una mata o arbusto y leo, apócope de leuvú o leufú: río. Significado: río del rari o rarín.
Ari es una corruptela de rarín, la vulgar chilca (baccharis) que abunda en las márgenes del Rarín Leuvú; equivocadamente anotado por algunos como Arileo. El autor ha comprobado personalmente este aserto.
Para Stieben arin significa pegajosos, lo que queda en el fondo de las ollas al hervir la leche u otros alimentos. En cierto modo adhiero a esta interpretación, porque en mis viajes me llamó la atención la presencia de partículas de aspecto pegajoso en el agua del río Guañacos. Pero ambas acepciones pueden convenir al topónimo.
Comentario: Debo aclarar que el topónimo es realmente Los Guañacos, nombre que debió a la existencia en sus márgenes de una tribu compuesta de cinco hermanos, apodados los “guañacos” por las tribus aborígenes de las inmediaciones. Por efecto de las campañas llevadas a cabo por la 4a división, al mando del coronel Napoleón Uriburu, de la Expedición del General Roca al Desierto, dos de los hermanos Guañacos huyeron a Chile, quedando los tres restantes como pobladores del lugar. Al linaje o apellido de esta tribu se debió la sustitución de Los Guañacos o simplemente Guañacos para nombre del río, en lugar del primitivo que era, como hemos dicho, Rarín Leuvú.
Pequeño lago situado en el departamento Los Lagos, de la provincia del Neuquén, al oeste del lago Espejo. Arunco es el nombre del dueño del lago, según los aborígenes, y tiene la apariencia de un sapo verde rayado, que es el protector del agua; hue, lugar. Luego, según Vúletin, donde está el arunco.
Aunque no es nombre araucano lo anotamos aquí por la importancia de su altura, que es de 2.180 metros; se encuentra ubicado en el camino que lleva de San Martín de los Andes a Pino Solo, en el departamento Huilliches.
Dicho nombre corresponde al de Teresa invertido.
Portezuelo y paso de difícil tránsito sobre la Cordillera de los Andes, anotado en los mapas de Chile como Atacalcon. Está situado al sur del paso de Buta Mallín, que es cabecera del río Butamallín, que se continúa con el nombre de Lileo (Liu Leuvú, río blanco), después de recibir al arroyo de La Trehua, cerca de Los Miches, en el departamento Minas.
Dice Groeber: “No he podido dar con ninguna tradición indígena que explique este nombre ni tampoco quién habérmelo traducido. Lo único que pude averiguar fue que calcu tenía algo que ver con unas bolsitas que solían emplear o usar los brujos. Por eso creo que podría relacionarse el nombre con ata, malo y calcu, brujo. La traducción sería entonces brujo perverso. Vúletin tiene la misma opinión.
La mía es que el significado se puede deducir del siguiente análisis: ata, malo; cal, apocopado de calel, que en dialecto ranquel es falda o ladera y com o con, que es todo, entero. Luego: paso de ladera toda mala. Que es el comentario que he oído en la zona.
Arroyo en el departamento de Minas, afluente del río Varvarco, que nace en el cerro Atreuco.
Este último nombre deriva del del arroyo. Según Vúletin significa: agua del perro y anota que “por error suele escribirse Atrehuancó”.
Arroyo, laguna y cerro en el departamento de Minas, provincia del Neuquén.
Significa: agua fría; de atreu, frío y co, agua.
El lugar es tan frío que aun en verano pueden verse flotar pequeños témpanos en la superficie de la laguna.
Menciono este topónimo por estar históricamente relacionado con las correrías de los aborígenes del Neuquén. Corresponde a un río del sur de Mendoza. Opino que proviene de la costumbre de llamarle El Atuel o El Latuel.
Análisis: la significa muerte; tue, tierra y l, apócope de leuvú, que es río. Luego la interpretación sería: río de la tierra de la muerte.
Allí pelearon mucho los aborígenes regionales, principalmente los pehuenches y las bandas de los famosos Pincheira, en cuya margen tenían uno de sus reductos.
Antes este río se llamaba Salado, pero este último nombre designa ahora a uno de sus afluentes.
Sierra en el noreste del Neuquén, en el departamento Pehuenches.
Opiniones de autores:
Vúletin define: auca, alzada, rebelde; mahuida, sierra o cerro elevado. Luego: sierra de los alzados, con referencia al ganado yeguarizo que pastorea en la misma.
Tello: auca, rebelde o alzado; mahuida, sierra. Por lo general, los indios llamaban auca a las yeguadas matreras y por eso debe interpretarse esta designación como: Sierra donde hay yeguas alzadas.
San Martín: Sierra del bagual.
Groeber: No da definición concreta, pero al escribir lo que sigue parece inclinarse definiendo auca como yegua alzada. “Por su altura, la temperatura imperante fresca y por su pastosidad, se presta la sierra para la cría de yeguas”. “La escasa comunicación vial en la región, debido a la aspereza del suelo basáltico, impide recorridas frecuentes y el arreo de las tropillas a los corrales, de modo que las yeguadas, caballadas y muladas de esta región sean generalmente muy chucaras y esto, aún hoy, como puede comprobar cualquiera que esté algo familiarizado con la ganadería del norte del Neuquén. Es a esta circunstancia que debe la sierra su nombre.”
Opinión personal: Mahuida: sierra y auca, animal alzado, es decir, montaraz, chúcaro, bravo, salvaje, rebelde. La sierra, por lo pastosa y abundante en toda clase de alimentación vegetal y carnívora, es asiento de toda clase de animales cerriles, muchos de los cuales han sido domésticos, como ser caballos, yeguas y mulas, que se han tornado baguales al haber sido dejados “aplastados” o cansados en los viajes por travesías dilatadas sin agua y sin pasto. A, ello, agréguese los animales salvajes oriundos de la sierra tales como pumas, guanacos, zorros colorados y grises, así como víboras de coral, de la cruz y aun serpientes boas, y se tendrá una idea de lo que es la extensa y feraz sierra de Auca Mahuida.
Arroyo afluente derecho del Aluminé medio y nombre del cerro más alto de la región.
Su nombre deriva del de un cacique que vivió allí en los antiguos tiempos. Significa: auca, bravo, rebelde, montaraz; y pan es apócope de pangue, león.
Stieben traduce auca por alzado o rebelde; y pan, como abreviatura de panghi o paghi, el puma rojizo de los bosques chilenos. Agrega que el puma argentino es más grisáceo, es de estepa y se llama trapial. Dice Groeber que la palabra auca no es araucana sino quechua. Se ampara etimológicamente en las interpretaciones de Lenz, Middendorf y Wórterbuch y la adoptada por los cronistas antiguos.
En mi opinión, la traducción, en sentido terrígeno, corresponde a puma feroz, no oriundo de la región; por eso es auca.
Nombre de arroyos, una laguna, un cerro, un valle y una población; en varios puntos de la provincia del Neuquén.
Opiniones de toponomistas.
Vúletin define Auquinco como eco.
San Martín: agua de caliza o agua del eco, según sea auquil o auquin.
Groeber: “Según la explicación corriente se trata de aukinko: eco. A pesar de esto debo llamar la atención sobre la posibilidad de que se trata de otra palabra. Ninguno de los puntos se distingue por algún eco notable. Por lo menos nadie sabía nada al respecto. Me resulta entonces algo sospechosa la interpretación y esto tanto más cuanto que varios indígenas me llamaron la atención sobre la existencia de una palabra muy parecida: aukil (calizas esquitosas), que al golpearse con el martillo se deshacen en lajas más o menos finas y que contienen concreciones más duras del mismo material del tamaño de un puño, hasta de una rueda de carro”. Dice Erize que le fue nombrado con el nombre en cuestión la calcita en una muestra de la mina de Takatún. La piedra se emplea para la confección de torteras para los husos de hilar, especialmente se aprovechan las concreciones chicas.
En mi opinión, la interpretación corresponde a un mineral calizo abundante en las yeseras de Auquinco, región del Tromen, norte del Neuquén. En la vecindad existen yacimientos de carbón y yeseras superficiales. Luego: agua o arroyo del mineral de yeso llamado auqui. Mi baqueano Olate me mostró un trozo de esta caliza incrustada con mineral de una yesera y me dijo: “esto se llama auqui”.
Existe otro lugar llamado Auquinco en la margen norte del lago Lolog. Además, según Vúletin, nombre de un arroyo afluente del río Ranquileo en su curso medio; portezuelo y cañadón en el departamento Huilliches.
Arroyo que desemboca en el lago Espejo, sito en el departamento Los Lagos, de la provincia del Neuquén.
La significación que los toponomistas le asignan en general, es de reflejar como un espejo. Siendo Ayhuin un arroyo, el topónimo puede interpretarse como Arroyo del reflejo. Como es tributario del lago Espejo, bien podría ser que ambos accidentes obedecieran a la misma significación.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Toponimia del Neuquén, extraído de la obra «Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia» de Gregorio Álvarez
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