Tras la aparición del cuerpo sin vida, el caso se nacionalizó completamente y los grandes medios empezaron a especular acerca de las hipótesis del asesinato. Una hipótesis militar que (mediante dichos de Sánchez) acusa a Salazar y a Suárez de golpear a Carrasco por orden de Canevaro, otra sexual que habla de un enojo del subteniente con el conscripto por haberlo descubierto al militar intimando con la enfermera del lugar , y una que incluía al guardián del regimiento que habría interceptado a Carrasco en su búsqueda de la libertad.
Las tres hipótesis iniciales
Hipótesis 1:
Los defensores de los imputados la definieron como “la hipótesis militar”, porque la atribuyen a la inteligencia del Ejército. El que la introdujo en la causa fue el sargento Carlos Ricardo Sánchez, quien aseguró que el soldado Víctor Salazar le confesó el 9 de abril de 1994 que él y Cristian Suárez lo habían golpeado a Ornar Carrasco en el baño exterior de la Batería “A” del Grupo de Artillería 161, por orden del subteniente Ignacio Canevaro.
Esta declaración “de oídas” de Sánchez fue desmentida rotundamente por Salazar. Sin embargo, es la pieza clave de la acusación por homicidio contra Canevaro, Suárez y Salazar. La “revelación” del sargento Sánchez fue tardía. Recién habló de la supuesta confesión de Salazar el 18 de junio de 1994, en su primera declaración indagatoria ante el juez federal de Zapala, Rubén Caro. Antes, entre el 7 de abril y el 5 de mayo, había declarado como testigo en ocho oportunidades y dijo que no sabía nada sobre el crimen. Sánchez es el único de los imputados – acusado de encubrimiento- que se negó a declarar ante el Tribunal Oral de Neuquén.
En un careo con Salazar, en sede judicial, Sánchez fue arrasado por el soldado. Se estima que en la audiencia pública no podría sostenerle la mirada a Salazar. El defensor de Sánchez, Víctor Seguí, anticipó que hablará en el juicio y que “sorprenderá a todos” por su solidez.
Hipótesis 2:
Es la llamada “hipótesis sexual“, investigada desde el comienzo del juicio oral por el tribunal y el fiscal Manuel Reyes Balboa. La versión dice que Carrasco sorprendió a Canevaro mientras mantenía “una sesión de sexo oral” aparentemente con la enfermera Viviana González, quien negó haber tenido relaciones con el subteniente. Según la versión. Carrasco fue “sacado de los pelos” por Canevaro, quien lo habría golpeado secundado por Suárez, Salazar y otro soldado, que podría ser Jorge Lisandro Anzorena. La golpiza, según declaró el ex conscripto Miguel Angel Villanueva, habría sido en la cisterna del GA 161 y no en el baño exterior como se afirma en la hipótesis anterior.
Hipótesis 3:
Tres soldados declararon que vieron a Carrasco, el 6 de marzo por la tarde, corriendo hacia el Cerro Gaucho o hacia el Barrio de Suboficiales del GA 161. Las defensas piensan que Carrasco fue sorprendido por el sargento Mario Guardia, el pegador del regimiento, quien lo interceptó y lo golpeó. Un militar del GA 161 llegó a consultar a un vidente para tratar de averiguar dónde estaba Carrasco. Otro abogado civil hizo lo mismo. Por rara coincidencia, los dos videntes dijeron que estaba en una casa abandonada, dentro del regimiento. Guardia vive al lado de una casa que estuvo abandonada. Más allá de lo que decían los brujos, está probado que Guardia mintió sobre sus actividades el día del crimen. Quedó sospechado de haber tenido “algún grado de participación”.
Las noticias causaron un profundo malestar social que se demostraba en multitudinarias marchas pidiendo Justicia por lo sucedido.
El 10 de Abril el Ejército Argentino releva a toda la cúpula del Grupo de Artillería 161, desde el Teniente Coronel Guillermo With hasta al subteniente Ignacio Canevaro.
El 11 de Abril el General Martín Balza viajó a Zapala y se entrevistó con los padres del conscripto asesinado. Además, licenció temporalmente al resto de los conscriptos en esa guarnición.
La investigación del crimen quedó en primera instancia en manos del Ejército, y señaló como responsables a Canevaro y a otros compañeros. El 12 de Abril fueron incomunicados el subteniente Canevaro, los soldados Cristian Suárez y y Victor Salazar por abuso de autoridad contra conscriptos durante un ‘baile’.
Los soldados son confinados en Covunco y Las Lajas.
La Justicia Federal tomó intervención en la investigación.
El 20 de Abril los perros sabuesos de la Policía Federal descubren que el cadáver de Carrasco estuvo en el en interior de un baño.
El 12 de Mayo el subteniente Canevaro es condenado por el Consejo de Guerra a 25 meses de prisión.Carlos Sánchez (sargento que estaba de guardia la noche que desapareció Omar) recibe 13 meses de reclusión.
El 31 de Mayo el médico forense informa al polémico juez Rubén Caro que Carrasco murió de un ‘hemotorax severo’.
El 18 de Junio el Sargento Carlos Sánchez y el 26 de Junio Ignacio Canevaro son llevados, a pedido de la Justicia, desde dependencias del Ejército en Buenos Aires hasta Neuquén. El primero acusa al segundo del ‘baile’ final de Omar.
Así, el 4 de Julio de 1994 el Juez Rubén Caro procesa y dispone la prisión preventiva de Canevaro, Salazar y Suárez por ‘homicidio simple’, y procesa a Sánchez ‘por encubrimiento’.
Ante las manifestaciones sociales de repudio y hartazgo por la obligación del Servicio al sistema militar, el Presidente Carlos Menem, el 31 de Agosto de 1994, promulga el decreto que suspende la obligatoriedad del Servicio Militar, y dicta las bases para un nuevo sistema de Voluntarios.
Un siglo después, la Ley 4031 llevada adelante por el jefe del Ejército de entonces, Pablo Richeri, y promulgada por Julio Argentino Roca el 10 de diciembre de 1901, había sido dejada sin efecto mediante decreto. La vida de la colimba terminó en tragedia el 6 de marzo de 1994. Pero la absurda muerte de Omar Carrasco no fue en vano: Por este caso, el servicio militar es voluntario y, por primera vez en la historia argentina, hay cientos de mujeres en sus filas.
En enero de 1996 el Tribunal Oral de Neuquén condenó a Canevaro a 15 años de prisión, a los soldados Cristian Suárez y Víctor Salazar –hombres de extrema confianza del subteniente- a 10 años, y al sargento Carlos Sánchez a 3 años por encubrimiento. Los acusados se declararon inocentes. De esa manera, el caso quedó cerrado.
Para el tribunal, Suárez y Salazar golpearon a Carrasco en el baño por orden de Canevaro. Afirman que cuando los compañeros de Omar eran sometidos al baile, Salazar y Canevaro aprovecharon para sacar el cuerpo de ahí.
Hasta Octubre de 2000 los abogados defensores estuvieron pidiendo la revisión del caso.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Fuente: casocarrasco.blogspot.com.ar – Realizado para la Cátedra Archivo y Documentación Periodística de la Universidad de La Matanza
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