Carpintero, Juez de Paz, Procurador, Martillero Público, Intendente Municipal, Periodista, y también policía, llegando a ser nombrado en 1902 Comisario Inspector, designado para hacerse cargo de la Jefatura del Territorio del Neuquén ante ausencia del titular, con solo 25 años.
Abel Chaneton es más conocido por su faceta de periodista, símbolo de sacrificio en el periodismo militante del Neuquén. Pero no es tan conocido su recorrido dentro de la fuerza policial.
Abel Chaneton era hijo de Pedro Chaneton y de Ercilia Flores Montenegro. Nació en Córdoba en el año 1877. Habiendo sido, como muchos otros, un joven ávido de aventuras y experiencias, una vez culminado sus estudios primarios, se radicó en el norte neuquino en 1898.
De un primer matrimonio con Avelina Garrido le sucedieron sus hijos Héctor Milton y Alejandro.
En Ranquilón se casó en segundas nupcias con Amalia Gómez Salazar, de cuya unión advinieron cinco hijos: Juan Carlos, Aluminé, Alberto, Eduardo Mario, y Julio césar.
Este precursor, habitante del viejo Neuquén destacaba en el ambiente de la época por su espíritu inquieto, visión e inteligencia. Era obsesivo para leer todo cuanto texto fuera de su interés. De ese modo incursionó en una temática variada que le permitió acrecentar progresivamente su nivel cultural y conocimiento en materias específicas que por allí resultaban extravagantes y novedosas. Era un autodidacta, que con la sostenida lectura con que intentaba menguar la soledad que le prodigaba el entorno, consiguió adquirir sólidas nociones de historia mundial, geografía, literatura, política y leyes y así también una llamativa facilidad para interpretar la legislación general llevada al discernimiento de casos que requerían la necesaria intervención de la Justicia. Esta característica, que le reportaría fama y deferencia, le facilitó acometer con éxito tareas que comúnmente eran requeridas a los letrados en un medio donde la ausencia de profesionales era casi una constante. Así actuó en la función pública, pasando por la Institución policial primero, luego como Juez de Paz, Procurador, Martillero Público, Intendente Municipal y finalmente convertido en un crítico y avezado periodista.
Luego de su estancia en la zona Norte, presintiendo inteligentemente el auspicioso panorama que se presentaba en la Confluencia donde hacía poco se habían establecido las oficinas gubernamentales, entre 1905 y 1906 se trasladó a la nueva capital del Territorio buscando otras alternativas de progreso y un espacio más ventajoso para desarrollar su capacidad profesional y contribuir con su elevado nivel cultural en todo aquello que implique adelanto y bienestar. Al cabo de un tiempo, más precisamente el 7 de noviembre de 1908, junto con José Edelman, quien explotaba un taller de imprenta, inició la edición del semanario «Neuquén» Aquí es donde encuentra Chaneton la herramienta ideal para poder canalizar a través de sus páginas toda su fuerza y claro razonamiento, contenido en minuciosos análisis destacando y también reprobando los protagonismos oficiales que a su juicio resultaban improcedentes. Su labor periodística fue bastante heterogénea, alcanzando aspectos concernientes a la política internacional, nacional, la acción oficial en el territorio y particularmente todas aquellas cuestiones de índole comunitaria propias de una población que necesitaba crecer y superar un panorama siempre duro y desalentador. Para algunos, a quienes iban dirigidas sus ácidas críticas, esa permanente postura de hombre frontal para decir las cosas por su nombre y sin tapujos, significó un duro escollo, en tanto que para otros su compromiso como periodista imparcial se transformó en una garantía, pues a través de sus artículos se publicaban reclamos sociales y se denunciaban actos de injusticia en perjuicio de pobres e indefensos. Más de una vez la gestión gubernamental territorial fue puesta en tela de juicio por el periodista Chaneton, como también por sus exigencias a favor de la verdad y la equidad.
Cuando ya estaba en la nueva capital desplegando a pleno su actividad periodística, el señor Chaneton estableció su residencia particular de la calle Río Colorado N° 76 (hoy Carlos H. Rodríguez) de Neuquén.
Las referencias que he podido observar en la variada documentación examinada, respecto de los servicios que Abel Chabeton ha prestado a nivel oficial, son los siguientes:
- En fecha 10 de noviembre de 1892 es nombrado carpintero de la Gobernación.
- Según la Nota N° 366, fechada el 16 de junio de 1893, se dispone que pase a prestar servicios como auxiliar de Secretaría en el Juzgado de Paz de la Capital.
- Conforme con la Nota N° 493 del 28 de agosto de 1893, se lo elige para desempeñarse como Jefe de la Mesa de Entradas y Archivo de la Gobernación del Territorio. Esa oficina le fue entregada, el día 31 de ese mes y año por parte de Adolfo León Dachary.
- Mediante el Decreto Gubernamental fechado el 14 de noviembre de 1893, es designado para el puesto de Comisario del Boquete «Copulhues».
El día 12 de marzo de 1894, el Gobernador interino ordenó a la Jefatura de Policía que el Comisario del Boquete «Copulhues» don Abel Chaneton, sea reducido a prisión preventiva y se le instruya una sumaria información con el objeto de establecer su grado de responsabilidad en un suceso donde resultó herida de arma de fuego una mujer.
- Por Decreto gubernamental del 17 de marzo de 1894, se lo declara cesante y con expresa indicación de que no puede ausentarse de la capital.
- El día 2 de abril de 1894, seguramente luego de haberse alcanzado clarificar el episodio del que en principio se lo involucraba, el Gobernador emitió un decreto reponiéndolo en el cargo de Comisario del Boquete «Copulhues»
En fecha 15 de mayo de 1894, Chaneton se dirige al Gobernador Interino, Franklin Rawson, en los siguientes términos:
«…Me es grato elevar a manos de S.S. mi renuncia del empleo de Carpintero de la Gobernación, quedando reconocido tanto de S.S. como del Sr. Jefe de Policía a quien presenté mi renuncia del puesto de Comisario que por disposición del Gobierno desempeñaba. Al separarme de ambos puestos, lo hago por razones que creo oportuno omitirlas- Esperando quiera S.S. contarme en el número de sus servidores, lo saluda con la mayor consideración y respeto. Fdo. Abel Chaneton…»
- Mediante Decreto del 15 de mayo de 1894, le es aceptada su renuncia como carpintero de la Gobernación.
- Con la nota del 10 de marzo de 1895, el Gobernador del Territorio comunicó que se le dio de alta como Guarda Boquete.
- Con nota del 8 de marzo de 1895, se le comunica que es designado Comisario del paso «Copulhues» y bajo las órdenes del Inspector de Boquetes, Lucrecio Gómez.
- Con la nota del 21 de julio de 1895, se le encomienda la misión de llevar a cabo el censo en el 3er. Departamento (Barrancas).
- Con la nota del 12 de noviembre de 1895, se le comunica que por Resolución de la fecha se le acepta la renuncia al puesto de Guarda Boquete.
En el año 1896, en el semanario «Neuquén» que por entonces dirigía el señor José Cámpora en Chos Malal, apareció el siguiente aviso publicitario:
ABEL Chaneton – Se encarga de cualquier género de gestiones ante las autoridades del Territorio – Las solicitudes ante la Gobernación por arriendo de campos, etc. las cobra al precio de $ 1 m/n – Calle General Paz esquina Belgrano – Chos Malal.
- Por Decreto Poder Ejecutivo Nacional, del 21 de mayo de 1900, fue nombrado para ocupar una plaza de celador en la cárcel del Territorio. No obstante, con carácter provisorio, debía prestar servicios como Escribiente en el Juzgado Letrado.
- Por el Decreto gubernativo del 28 de septiembre de 1900, se lo nombró Juez de Paz suplente del Departamento de la Capital (Chos Malal) por haber renunciado su titular, señor Ramón D. Córdoba.
- Conforme con lo previsto en el decreto gubernativo del 5 de enero de 1901, se decidió trasladarlo para desempeñarse en forma interina como Juez de Paz del 1er. Departamento del Territorio. Por Decreto fechado el 28 de noviembre de 1901, es nombrado Juez de Paz titular del Primer Departamento con sede en Codihue – Las Lajas.
Queda claro que esta confirmación en el cargo estuvo sustentada por un pedido expreso que recibiera el Gobernador, Cnl. Lisandro Olmos, por medio de un despacho telegráfico fechado en Las Lajas el 17 de marzo de 1901 y rubricado por vecinos que observaron el buen desempeño del Juez de Paz Chaneton:
«Los que suscriben, comerciantes y hacendados del pueblo de Las Lajas, piden respetuosamente a V.S., confirme el nombramiento efectivo del Juez de Paz Interino de este Departamento Abel Chaneton, por haber dignamente respondido a la confianza de V.S. desempeñando su cargo con contracción, honradez y competencia.- Saludamos a V.S. con nuestra consideración más distinguida.- Demetrio Alsina, Arce Hermanos, Santiago Flores Criado, V. Flores Criado, José Pérez, Celestino Cabo, Julián Torres, Antonio Pérez, Fermín del Río, Martín Pí, Luís Fernández, S. Enanas, Menetret, Marcelino Pavía, Domingo Pereyra, J.M. Bernichan, Manuel Frasca».
- Al año siguiente, mediante el Decreto del 29 de mayo de 1902 le fue aceptada su renuncia al cargo de Juez de Paz del 1er. Departamento.
- Con motivo de haberse producido la renuncia del Juez de Paz de la Capital, el señor Belisario Arze, la Gobernación debió inmediatamente hallar un reemplazante. Con tal motivo el día 31 de julio de 1902 se decretó el nombramiento del Abel Chaneton para que en forma interina se haga cargo del referido Juzgado.
Pocos días después, más precisamente el 13 de agosto de 1902, Abel Chaneton, presentó su renuncia al Gobernador aduciendo haber sido propuesto para ocupar otro cargo en la administración pública. Esto fue así, pues por un decreto del Ministerio del Interior, fechado el 11 de agosto de 1902, es nombrado Comisario Inspector de Policía en el Territorio Nacional del Neuquén.
- En el Decreto gubernamental N° 496, rubricado el 25 de agosto de 1902, apuntándose su condición de Comisario Inspector, es designado para que se haga cargo de la Jefatura de Policía durante la ausencia de su titular, el Señor Rodolfo Gómez.
- A través del Decreto gubernamental fechado el 21 de enero de 1904, es nombrado Juez de Paz interino de la Capital.
- Radicado como se dijo en la nueva capital, fue designado Comisionado Municipal desde el 1 de febrero de 1908 al 24 de julio de 1908 y, una vez concluida la gestión del señor Enrique Nordenstróm, Abel Chaneton fue electo para la Presidencia Municipal cuyo período legal abarcó desde el doce de mayo de 1911 hasta el doce de mayo de 1913. Su actuación fue muy activa, enérgica y de gran valía. Durante su desempeño al frente de la intendencia se establecieron la mayor parte de los servicios públicos esenciales. Entre sus acertadas decisiones, pueden citarse la construcción del atractivo edificio del matadero, el dictado de las ordenanzas de abasto, limpieza, recolección de la basura, control del expendio de bebidas, de la higiene en los hoteles, en las fondas, etc., el comienzo de la distribución del alumbrado público, entre otras. También se desempeñó como Concejal a partir del 5 de mayo de 1914.
El día 22 de diciembre de 1914, el Gobernador resolvió designar una comisión compuesta por el Doctor Eduardo Talero como Presidente y los señores Abel Cháneton y Pedro Soraire como Vocales, con el objeto de que procedan a la organización de una sociedad tendiente al funcionamiento de una Biblioteca Popular en la Capital.
Sobre su trágico deceso, ocurrido en Neuquén en la noche del jueves 18 de enero de 1917 cuando contaba con apenas 40 años de edad, se ha escrito bastante, motivo por el cual dejo a criterio y curiosidad del lector, la elección del material bibliográfico existente y que se refiere detalladamente a todas las circunstancias que rodearon ese luctuoso hecho que conmocionó la opinión pública.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Extraído y adaptado del libro: Guardianes del Orden, Primera recopilación de datos y antecedentes históricos de la policía de Neuquén 1879-2000, Tomo 2, de Tomas Heger Wagner
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Porque no se habla de su paso por Zapala, y de su diario La Voz Del Territorio?
Estimado Sergio, La Voz del Territorio fue fundado en 1923, por lo tanto Abel Chaneton no pasó por ese diario, murió varios años antes. Tal vez quiso referirse a Martín Etcheluz.