El molino San Francisco se encuentra ubicado en la localidad de El Cholar, en el departamento Ñorquín. Su propietario y constructor fue José Gregorio Giménez. El nombre del molino se debe a unos curas que lo bautizaron así.
Fue fundado oficialmente en 1908 (aunque cuenta con algunos años más de antigüedad), y es el primer molino de la provincia. La subsecretaría de Cultura de la provincia lo designó como Lugar de Interés Histórico Arquitectónico y Cultural, mediante la Resolución Nº 0010/08 del 9 de mayo de 2008.
Funciona a través del impulso del agua, que proviene del arroyo El Cholar, que hace girar unas paletas de madera que por medio de un eje mueve una enorme piedra redonda, trabajada artesanalmente, que se encuentra colocada encima de otra y por medio de la fricción va moliendo el trigo, maíz y hasta café.
La construcción fue hecha con materiales de la zona, paredes de adobe revocado con barro, el techo de carrizo, las puertas y ventanas con madera del lugar, álamo, lenga y ñire.
En su momento, el molino San francisco, junto a otros montados en la zona, cumplían un rol muy importante para la comunidad del Norte neuquino que no tenía medio de movilidad para trasladarse a las grandes ciudades como Zapala, o al vecino Chile a realizar las compras, y como era una región además de ganadera, agrícola se sembraba trigo y maíz y se usaban los molinos para obtener la harina, el ñaco y el frangollo o chichoca.
Antes la harina no se compraba. En el molino San francisco se trabajaba día y noche moliendo trigo para sacar harina. La gente y los comerciantes de la zona traían sus granos de trigo para ser molidos, en mulas o carros dejaban su carga y regresaban días después por la harina. También abastecía a las tropas de mulas que pasaban por allí, luego de atravesar “EL PICHACHÉN”, provenientes de Chile y camino a Chos Malal.
La región fue tradicionalmente productora de trigo, para la elaboración de ñaco (trigo tostado y luego molido). Del molino se obtenía la harina en rama, se pasaba por un cedazo, se sacaba los restos del trigo que quedaban, y se hacía pan salvado, se molía trigo para ñaco, también maíz para hacer chichoca, y hasta café (era más complicado porque manchaba la piedra y costaba limpiarla).
A pesar que el molino con los años se dejó de usar, se encuentra en perfectas condiciones. Los molinos harineros funcionaron no sólo en El Cholar, sino también en distintos lugares del departamento Minas, donde llegaron a existir unos 15.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Fuentes: La Mañana de Neuquén – Diario Río Negro – Blog Dejar Huella
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