Toponimia del Neuquén, letra C, de la obra “Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia” de Gregorio Álvarez.
Cerro de 2.249 metros, en el departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén.
Proviene de cachi, que es cortado, y lil, risco o peñasco. Luego la interpretación del topónimo sería: risco recortado.
Cerro de 1.910 metros y paso cordillerano del Neuquén, en el departamento Los Lagos, entre los cerros Crespo y Campana. Presenta dos portezuelos: Cacho del Norte y Cacho del Sur.
La etimología, según Stieben y Vúletin, derivaría de: cacho o cachu, pasto. Puede ser que la denominación la deba a la existencia de pastos en sus laderas, pero el autor opina que es la denominación del cuerno o asta del animal dada la forma que presenta, la que puede verse desde el lago Espejo.
Cerro en la margen derecha del Curileuvú, en el departamento Chos Malal.
Según Stieben, caepe es el nombre de la barda, una forma montañosa llena de portillos y formada de basaltos; malal es corral. Interpretación: corral de bardas.
Según tradición recogida por el autor, las haciendas o fundos del cacique chileno Caepe y la de Méndez Urrejola sólo estaban separadas por una tranquera, lo que facilitaba el robo de las haciendas. En una ocasión el indio Panta, famoso salteador y ladrón de la zona, que a la vez era capataz de Caepe, fue asesinado por el capataz de Méndez Urrejola cuando robaba una tropilla y arrojado al río Neuquén; la corriente de este río arrastró el cadáver hasta un punto un poco más abajo del pueblo Andacollo actual, en cuya orilla quedó prendido de un tiento de la ojota en la raíz de un sauce. Al faltarle el capataz, Caepe con sus moceto- nes acudió a la hacienda de Méndez Urrejola a reclamarlo, pero sin éxito.
Caepe murió de viruela y fue enterrado en Huerinchenque (no confundir con el Hue- rinchenque de la costa del Agrio). Posteriormente, en vista de que su tumba fue violada para apoderarse de los efectos que según costumbre india fueron sepultados con él, sus restos fueron trasladados al cerro Mayal y enterrados en un sitio que no se conoce.
Interpretación: El topónimo recuerda su nombre, y malal es corral o cercos de riscos que coronan la cumbre de una barda, al pie de la cual funciona una escuela.
Cerro del norte del Neuquén, en el departamento Ñorquín.
Latzina y Milanesio traducen por pájaro cazador de camarones, pero ocurre que en la región no existen camarones, por lo que el topónimo exige otra interpretación. Alvaro Cayol, para la región de Ñorquín, y la señora de Koessler para la de San Martín de los Andes, interpretan, basándose en la opinión de lugareños, que el nombre del cerro corresponde al de un pájaro abundante en ambas regiones, el que en araucano se llama caicayén o cadcadén, vulgarmente llamado también “porotero” de acuerdo con la onomatopeya de su canto, que parece decir “poroto”, “poroto”, “poroto”. Este pájaro vive en la cercanía de los bañados y la hembra hace su nido al llegar la primavera, dejándolo abandonado después. Este pájaro, según la señora de Koessler recibe el nombre, también, de quesqueseñ o cascaseñ en el sur de la provincia, debido a que aquí el aborigen cambia la pronunciación de la d en s.
En una comunicación anterior he dado otra significación para este topónimo, la que, a mi juicio, debe quedar en pie, porque es la que verdaderamente encaja, sin negar que las anteriores, como traducción, no hay objeción que hacer.
Proviene de cad, que los pobladores chilenos han pronunciado cai, que repitiéndolo significa gran tamaño o grandeza; y en, que es ser. Luego el topónimo primitivamente ha sido Cadcadén, cuya interpretación literal es: ser el más grande o el más alto o el más prominente, cerro de la región, como efectivamente lo es.
Cerro en el departamento Catán Lil, de la provincia del Neuquén.
Significa lugar de la diarrea, enfermedad epidémica de la zona por efecto de la calidad del agua. Etimológicamente deriva del araucano. Según Vúletin, caichi, es diarrea, y hue, ya se sabe, es donde hay.
Ver topónimo chenque.
Por el Cajón de los Chenques corre el río Neuquén en su curso superior, cuyo nombre de arroyo de los Chenques conserva hasta recibir el río Pichi Neuquén del Norte, de cuya circunstancia recibe el nombre de Neuquén.
Cajón, arroyo y cerro situado al norte del Neuquén, en el departamento Chos Malal. El arroyo es subafluente del arroyo Chalileo, afluente del río Barrancas.
El topónimo deriva del nombre de la tribu de los Vilo, cuyo significado es culebra. La tribu de los Vilo tenía su asiento en dicho cajón y también en el sur de Mendoza.
En los mapas figura como Cajón de los Filos, lo que es un error.
Paraje, cerro y valle del Neuquén, del departamento Catán Lil.
Según Vúletin el nombre proviene de cal, que es vellón de lana, catre por cathin, que es cortado. Luego: vellón cortado.
Opinión del autor: cal, apócope de calquín, águila; y catri, capturar, interceptar, interrumpir, atajar. Conclusión: lugar en donde se atajan o capturan las águilas.
Lago del Neuquén, departamento Los Lagos.
Vúletin: calcu, es brujo.
Según Stieben está situado al sur del lago Espejo chico, en la faja de tierra que se halla al oeste del lago.
Arroyo ubicado en el departamento Los Lagos, provincia del Neuquén, y desagua en el extremo norte del lago Correntoso.
Significa: arroyo del brujo o de la bruja.
Lugar del departamento Catán Lil, al este del pueblo Las Coloradas, en la provincia del Neuquén.
Significa: lugar de calchas. Este es un pasto tierno que parece formar guedejas o penachos que flotan al viento. Proviene de la lengua araucana en la que calchas es el pelo pubiano de las mujeres. Según tradición, las indias acostumbraban depilarse la región del pubis para lo cual acudían a un lugar reservado. Según Vúletin, su traducción sería depiladero; para mí continúa siendo el lugar del pasto consignado más arriba.
CALELVÚN. Arroyo del departamento Huilliches, que nace en el cerro Iturra y afluye al Aluminé por su margen derecha, frente a la Pampa de la Ensenada (Vúletin).
Etimología: ca, otra; lelvún, pampa. Traducción: otra pampa.
Río situado en el departamento Lácar, formado por la confluencia de los ríos Meliquina y Filo-Hua-Hun. Desemboca en el río Collón Curá. En ambas márgenes de su curso inferior habitó Shaihueque, gran cacique de los indios “manzaneros”, denominación que se dio a sí mismo y a su tribu el gran jefe, para distinguirse de los demás huilliches o indios del sur, que se extendían desde Carreri, punto correspondiente a la subcordillera andina, en la latitud 38°50’ aproximadamente, hasta la margen norte del lago Nahuel Huapi. En 1876, el explorador don Francisco P. Moreno visitó a Saihueque y su tribu en Caleufu. Su propósito era que éste le facilitara un viaje a Chile, pero recibió una rotunda negativa y sólo pudo acceder a hacerle conocer la margen norte del lago Nahuel Huapi. Aquí el lago vio izar por primera vez la bandera argentina. En 1880 Moreno fue enviado en misión oficial a explorar la región del Chubut en el vapor Vigilante, pero no pudo realizarla por las averías del buque. Pensó entonces en llevar a cabo un propósito que le acuciaba desde algunos años y era conocer la región sureña de la cordillera con sus lagos, incluyendo el Nahuel Huapi. Le fue interceptado el viaje por una partida de 60 indios de Shaihueque que “le invitaban”, de parte de su jefe, a visitarle en sus toldos. Allí recibió el trato que se le da a los prisioneros, muy justificado por cierto, puesto que desde el año anterior la Nación Argentina había comenzado la campaña militar contra los aborígenes que poblaban la Patagonia. Moreno logró evadirse en una balsa de troncos construída precariamente y llegar por el Collón Curá hasta el Limay y luego a la confluencia de este río con el Neuquén, en donde pudo ser asistido por un destacamento militar.
El topónimo Caleufu, está compuesto por las partículas ca y leufu. La primera tiene dos acepciones, la que se traduce por el artículo el, y la que se traduce por el adjetivo otro; y leufu, que es río. En consecuencia, tanto puede significar el río como otro río. Creo que es más acertado interpretarlo como el río, es decir, “su” río por antonomasia, dada la importancia que tuvo el Caleufu en la vida de las tribus locales y, además, por estar próximo a sus toldos. Por lo demás, él Caleufu es el único río de la zona, si se exceptúa el Collón Curá, que por encontrarse más distante no les era de utilidad.
Arroyo del Neuquén, en el departamento Aluminé, que nace en el cerro Linco y desemboca en el lago Ruca Choroy.
Según Vúletin derivaría de: calfi por calfu, azul, celeste; quitra por quitral, fuego. Luego: fuego azul.
Opino que quitra es pipa de fumar. Luego el topónimo sería pipa azul, lo que tampoco me convence.
Arroyo del departamento Huilliches, afluente del Curruhué, de la provincia del Neuquén.
Vúletin traduce calfu, azul, y co, agua. Luego agua azul.
Aunque no pertenece a la toponimia de la provincia del Neuquén sino a la del sur de Mendoza, se menciona aquí por estar relacionada con la historia del Neuquén y Mendoza en tiempos de los antiguos pehuenches. Corresponde al nombre de un arroyo en el camino de Mendoza al Neuquén.
Según Groeber y también Erize, Calmuco debe su nombre al de una garrapata colorada que vive en las jarillas, la que se llamaba calmu. El topónimo data desde muy antiguo y lo menciona el comandante Francisco Esquivel y Aldao en sus informes sobre las expediciones realizadas en auxilio de los pehuenches, contra sus enemigos ancestrales los huiliches, en 1788 y 1792. Según Dionisio Chaca, Calmuco sería corruptela de Calvuco, que significa agua azul, pues la condición de la que lleva este arroyo es tan transparente que parece querosene.
Arroyo de la Vega Maipú, en el departamento Lácar, provincia del Neuquén. En la entrada al pueblo de San Martín de los Andes se une con el arroyo Trahunco para formar el arroyo Pocahulío, que desemboca en el lago Lácar.
Según Vúletin: calvu por callvu, azul, y co, agua. Luego arroyo o agua azul.
Cerro del Neuquén, en el departamento Aluminé.
Según Vúletin: ca, otra; llahue de llahuén, frutilla silvestre. A este propósito transcribimos del Diccionario Mapuche Español, de Esteban Erize, el siguiente párrafo: “Otra de las particularidades de aquellas comarcas andinas, escribe Zeballos, son las inmensas extensiones de perfumadas frutillas silvestres, exquisitas y de un tamaño muy superior a las de nuestras tierras. El mayor Bejarano recorrió, en 1872, las orillas del río Malléu y se encantaba en la contemplación de inmensos bosques de pinos y robles, a la vez que sus caballos hallaban inmensos prados cubiertos de frutillas”. Erize agrega que esta frutilla fue llevada a Europa por un viajero francés en 1712, y cultivada allí con éxito, dando origen a múltiples variedades. La frutilla de cultivo lleva el nombre de Quellén, científicamente Fragaria Chilensis. Las hojas del llahuén eran consideradas como abortivas.
Cajón o cañadón situado en el norte del Neuquén, por donde va el camino que conduce desde Andacollo a la costa del río Nahueve.
Etimología: ca, el, otro; ma, partícula eufónica aditiva; lon, cajón o cañadón. Luego: el cajón por antonomasia, pues es el único cajón en la región; es amplio, con mucha vegetación arbustiva y mucho sol. Está surcado por el arroyo Camalón y por el Cayanta que es su continuación.
Cerro y lugar en el departamento Loncopué, sobre la margen derecha del río Agrio, en Neuquén.
El nombre proviene de campana, por la forma del cerro; y mahuida, que ya se sabe, es montaña o serranía. Luego; cerro campana.
En este lugar debió establecerse por ley la primera Capital del Territorio Nacional del Neuquén, pero, dado lo inhóspito del lugar por el clima excesivamente frío en los inviernos y la imposibilidad de construir edificios y casas para viviendas, en 1885 Olas- coaga, que fue el primer gobernador, optó por pasar el invierno en la guarnición militar de Ñorquín, para después fundar la Capital en el lugar llamado Chos Malal.
Cerro del departamento Chos Malal, provincia del Neuquén.
Según Vúletin derivaría de: caniu, cresta; huan, apocopado de huanque, que es avestruz o choique en dialecto pehuenche.
También se llama huanque al algarrobo, pero como esta planta no tiene cresta, debe aceptarse la acepción anterior.
Canihuán, también, era el nombre de un antiguo cacique pehuenche de la zona.
Cerro de 1.311 metros de altura, situado en el departamento Picunches, en la provincia del Neuquén.
El nombre se debe al de un prisionero de los indios llamado Pedro Cansino.
Cerro del sur del Neuquén en donde se juntan los lagos Huechu Lafquen, Epu Lafquen y Paimún.
Etimología: can, donde; ta, derivado de tac, que es junto, cerca, delante; y la que es apócope muy usado para traducir lafquen que es laguna. ‘
Le dan autoridad científica y lingüística a este análisis el diccionario del primer araucanista chileno, el padre Valdivia; el diccionario de Juan Manuel de Rosas, publicado por Enrique Stieben y nuestro conocido Esteban Erize.
Luego, el topónimo Cantala, significa a nuestro juicio, donde se juntan los lagos. Corresponde al nombre del cerro costero del oeste del lago Huechu Lafquen.
Cerro del Neuquén en el departamento Chos Malal.
Vúletin lo traduce: caña por caniu, que es cresta; y can, cántaro. Luego: cresta como cántaro.
Cerro del departamento Chos Malal, en la provincia del Neuquén.
Según Groeber, esta palabra no es muy conocida en nombre de localidades, pero se la oye a menudo cuando el indígena orienta al viajero, en una zona de caminos escasos y borrados.
Cañañam o Cañañal se llama al yeso que se presenta en forma de cristales claros (según Rusconi, de Mendoza); pero también, aunque excepcionalmente, es yeso impuro, sedimentario, según Juan Antonio Barro y otros indígenas.
Otra acepción es la de sustancia astringente o mucre, utilizada como mordiente en la tintura de los hilos de tejer, semejante a la acción del alumbre. Es la (pie corresponde al topónimo según mis investigaciones.
Cerro a diez kilómetros al norte del extremo oriental del lago Huechu Lafquen, en el departamento Huilliches.
Deriva de capi, que es la mitad de la vaina de una legumbre o chaucha, y llanca, chaquira o joya.
Luego: chaquira en forma de capi.
Arroyo y cerro situado al oeste del lago Paimún, casi en la frontera con Chile. El cerro mide 1.850 metros y el arroyo desemboca en el lago antes citado.
Etimológicamente deriva de quintu, que es mirar buscando, y co, que es agua o arroyo. El prefijo ca se traduce por otro. Luego la interpretación es: otro arroyo que se ve al pasar.
Arroyo afluente del lago Traful, departamento Los Lagos, en la provincia del Neuquén.
Según Vúletin: cara, población; voro, huesos. Traducción: población de los huesos.
Arroyo del departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén.
La etimología según Vúletin es: cari, verde; y co, agua. Luego: agua verde.
Laguna situada en el norte del Neuquén, limitada por un embalse natural de las aguas del río Barrancas. Hasta diciembre de 1914 esta laguna tenía 22 kilómetros de largo, pero la rotura de su dique natural se desbordó casi del todo y originó la famosa inundación del río Barrancas y su continuación, el Colorado. Arrasó la población de Buena Parada, cerca de la estación Río Colorado, del ferrocarril General Roca.
Su etimología proviene del araucano en el que cari es verde y lauquen es laguna. Interpretación: laguna verde, debido a su color que la diferencia de otras de la región.
En el sur de la cordillera neuquina, y como continuación del lago Epu Lalquen existe otra laguna que también lleva el nombre de Cari Lauquén, que no hay que confundir con otra Laguna Verde independiente que existe en el lado oriental del mismo lago.
Paso en la Cordillera de los Andes, al sur del Paso Paimún, en el camino que conduce desde Epu Lafquen a Villarrica, en Chile.
Etimología: cari, verde; y riñe, riñi o ringi, caña coleu o colihue. Interpretación: colihue verde.
Población en el departamento Collón Cura, de la provincia del Neuquén, cuyo nombre proviene de un accidente geográfico.
Análisis etimológico: ca, otro; rran por tran, que está al caer o caída; cura, piedra. Interpretación: otra piedra caída o por caerse.
Nombre del arroyo, cerro y paraje de la provincia del Neuquén, situado sobre el camino que conduce desde Zapala al lago Aluminé por la pampa de Lonco Luán.
El topónimo proviene de carri, verde y re, puro. Por consiguiente la traducción es: puro verde o muy verde. Quien conozca el paraje no puede decir que no sea el nombre más acertado. Ha sido llamado también Carrere Malal, debido a un cerro que tiene su cumbre rodeada, a modo de collarete, por un cerco de riscos o malales. En este lugar, que es histórico por las gestas pehuenches desarrolladas en nuestro Neuquén, fue muerto, en el mes de octubre de 1789, el indomable cacique Llanquetur o Llanquitur, que dio trabajo a los españoles del Plata, Mendoza y Chile en las postrimerías del siglo XVIII. Como se ofreció por su cabeza hasta diez mil reales de plata, lo mataron las tribus confederadas de Chile. Pero fue muerto no sin vencer una estratagema que el bravo cacique les hizo, como de costumbre, y mediante la cual varias veces logró salvar la vida. Se mezcló en la oscuridad de la noche entre los enemigos que le atacaban, hasta que su mala suerte hizo que le descubrieran. En sus ricos malí inares se engordaban las haciendas que, producto de sus malones a las pampas, eran pasadas al país vecino por el actual Paso del Arco.
Carrere, también se denomina a un cerro que existe en el departamento Pehuenches, del norte del Neuquén.
Arroyo afluente del arroyo Sañicó, tributario a su vez del río Collón Cura, en el departamento Collón Cura, de la provincia del Neuquén.
Etimológicamente deriva de: carri o cari, que es verde; y cura, que es piedra. Luego la interpretación sería: piedra verde.
Arroyo afluente del río Quilca superior, en el departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén.
Etimológicamente el topónimo corresponde a Casheo Malló hue, cuya interpretación se define del siguiente análisis: cad o cas, abundante o mucho; mallo, greda blanca; hue, donde hay. Luego: donde hay abundante greda blanca.
El arroyo es llamado Ca-Shue-Malló-Co por los aborígenes, que equivale a arroyo del mallo.
La greda blanca ha sido utilizada por los aborígenes antiguos para hacer cántaros y otros adminículos para uso diario.
El término Casamayor es un vulgarismo regional que recuerda el apellido de un antiguo funcionario de la Casa de Gobierno de Chos Malal.
Denominación tradicional derivada de la sierra de Catan Lil, que ha desaparecido y sólo puede encontrarse en informaciones antiguas.
Análisis etimológico: cata, es agujero; l’ contracción de le que es hay; huin o uin, apócope de huincul, lomas o sierras bajas; como en las ramificaciones de la alta sierra de Catan Lil.
Sierra, río, población y departamento, en la provincia del Neuquén.
Según Flury, catanli, es horadado o agujereado.
Vúletin lo hace derivar, catan por cathan, agujero; y lil, peñasco. Luego la traducción sería: peñasco agujereado.
Groeber dice: “Entre el río y la ladera derecha se encuentra un plano bastante grande; las lomas que lo flanquean al oeste tienen una altura relativa de 100 a 105 metros. De una de ellas desciende un banco de arenisca amarillento blanquecina de posición aproximadamente perpendicular, hasta el plano del fondo del valle, donde tiene un agujero suficientemente grande que pueda pasar apenas un jinete. Esta roca y su agujero servían a los indios para conocer de antemano qué suerte correría el guerrero en el malón planeado. Antes de emprenderlo se juntaban los hombres y pasaban a toda carrera por el agujero de la roca. El que no tropezó, ni se hizo daño alguno, tenía la suerte asegurada en la empresa proyectada, los que tropezaron y se lastimaron, en mayor o menor grado, estaban expuestos a heridas y hasta a la muerte. La tradición es aún viva entre los indígenas y cristianos de la región. En algunos mapas se encuentra la forma equivocada Catan- luin”; hasta aquí Groeber.
A este capricho de la naturaleza debe su nombre el río Catan Lil.
Antiguo nombre del río Catan Lil, que desemboca en el Aluminé. En tiempos históricos este último río, conservaba aquel nombre hasta recibir el Chimehuín, desde donde continuaba con el nombre de Collón Cura.
Catapuliches significa: gentes de los cerros con agujeros; derivado de cata, agujeros; puli o pulli, loma o tierra, y che, gente.
Arroyuelo que nace en la sierra de Catan Lil, departamento homónimo. Proviene de catan, perforación o ventana natural de la sierra; tun, acción. Significa: agrandamiento que el viento y la lluvia producen activamente en las perforaciones preexistentes en la roca.
Hay otra acepción, pero no es toponímica, y es la que corresponde a una operación que efectuaban los gutaves o cirujanos mapuches, especializados en curar los abscesos del hígado. Según el profesor Domínguez, se le daba a comer al enfermo un trozo de su mismo hígado. Otras veces se le introducía bajo la piel en forma de emplets un trozo crudo, proveniente de un animal, del órgano que se suponía enfermo, mediante el procedimiento llamado opoterapia.
Paso de la cordillera y arroyo que contribuye a formar el río Neuquén, en el departamento Minas.
Deriva de catri, roto o cortado; nao de nag, bajar. Luego: bajada zanjeada o despareja.
Arroyo y sierra en el departamento Lácar, de la provincia del Neuquén.
Etimológicamente proviene del araucano: catri significa cortado o zanjeado; tre alteración de tru, perfecto o bien formado. Interpretación: zanja perfecta o bien formada.
Es uno de los lugares más hermosos de la provincia del Neuquén. Está situado al oriente de la cordillera andina, al sur del volcán Copahue. Es un valle angosto y abrupto que enmarca una laguna en forma de herradura, cuyos brazos se aproximan abarcando una península de agreste belleza. Bosques de araucaria o pehuenes de toda edad o tamaño se diseminan entre los roquedales, en el borde de los abismos, en los altozanos y orillas de la laguna, cuyas aguas semejan a lo lejos una bruñida lámina de color añil.
Groeber hace derivar el topónimo de cavür, partícula que significa raspadura y de hue, que es lugar. Sería pues, lugar de raspaduras. Provendría de las señales que le dejaron los glaciares en su desplazamiento hacia el actual valle de Trolope. Actualmente forma parte del Complejo Termal y Turístico llamado Complejo Caviahue-Copahue.
En Chile, la mayoría de los autores, entre ellos Kónig, dice que se siente tentado de hacer derivar cavi de cahuín, que es junta, reunión, fiesta, etc. En lo que se refiere a la partícula cavi, para la interpretación del vocablo paicavi, podría servir para la de nuestro topónimo.
Moesbach da reiteradamente igual acepción como cosa natural, sin la menor vacilación. Igualmente el padre Housse, en su libro “Epopeya India’’.
Si nos atenemos a la historia del lugar, parte de la cual hemos vivido, nos consideramos tentados también a sugerir como contribución y reafirmación de las antedichas interpretaciones, el recuerdo de lo que vimos y oímos en la infancia a nuestros padres y antiguos pobladores.
Hará poco más de medio siglo, los pobladores del Neuquén acudían de todos sus puntos, en caravanas de cabalgaduras y acémilas con lo necesario para pasar una quincena en las ya famosas termas de Copahue. Era el único medio de locomoción en ese tiempo para llegar hasta ellas. Durante su permanencia, para evitar el aburrimiento, la concurrencia masculina realizaba excursiones turísticas a Caviahue, a Las Máquinas y a Trolope. No había el interés de hoy en hacer ascensiones al volcán, debido al accidente que sufrió don Elias Bemal que, dando en un atolladero o grieta de nieve, se hundió con su caballo ensillado, salvándose él por milagro.
En Caviahue había un boliche que surtía de vino y comestibles a la población transitoria de Copahue y tribus comarcanas. Este boliche estaba en campos de don Juan Luis La Fontaine, que tenía su estancia en el valle de Trolope, por el que corre el río Agrio, originado por los deshielos del volcán Copahue. Allí se realizaban reuniones muy alegres que motivaban la demora de dos o tres días de los excursionistas, pues menudeaban las cazuelas de gallinas acompañadas con buen vino chileno, asados al asador y otras golosinas. Tal vez se jugara algún partido de truco, algo de taba y hasta se probaran los pingos en una cancha que se estiraba entre los mallines. Nadie podrá negar que estas reuniones no fueran verdaderos cahuines cristianos o humeas, que sin mucho esfuerzo de imaginación podrían llamarse verdaderas réplicas de los tradicionales cahuines pehuenches.
De tales reminiscencias, abonadas por la sugerencia telúrica, se puede inferir que, apoyando la semántica de los araucanistas chilenos, se podría traducir el término Caviahue como lugar de fiestas. El paisaje aún se presta tan significativamente, que fue en base a dicha posibilidad que mi fantasía lo halló lugar apropiado para escenario del trágico misterio desarrollado en mi libro Pehuén Mapu.
El nombre corresponde a un cajón que es la continuación del llamado Camalón, que conduce desde Andacollo a la costa del río Nahueve, y por éste a las lagunas Epu Lauquén, a las Ovejas y a Varvarco.
El topónimo recuerda el nombre de un cacique oriundo del lugar y jefe de tribu, según informe de una nieta descendiente del mismo. Probablemente deriva de cay, que significa mucho y anta, que significa día o sol. Luego la interpretación sería muy asoleado.
Es también el nombre del arroyo que lo surca y es afluente en la margen izquierda del río Nahueve.
Es el nombre de un cerro en el departamento Ñorquín, de la provincia del Neuquén.
Se dan dos interpretaciones: 1º: Cayén, de cay, mucho y eng, pluralizante; paillao derivaría de pailla, coirón y cachu, pasto. Luego: donde hay mucho pasto coirón. 2º: Cayén: donde hay mucho; pai, barba y llac, apócope de llaque, arbusto o mata de la región. Luego: donde hay mucha barba de llaque, espiga en forma de plumón a la que en la zona llaman “barba del diablo”. Es una gramínea de aspecto sutil que crece entre las ramas del arbusto llamado llaque.
El vocablo lenga forma parte del topónimo que designa a un cerro que existe en el departamento Aluminé, en la provincia del Neuquén.
Corresponde a la variedad erecta del ñire, árbol del género Nothofagus Pumilio. Hay otra variedad de esta planta llamada ñiran- to, que es el ñire arbustivo o “arrastrado”. El ñire abunda en la zona boscosa cordillerana y el ñiranto se da en la costa de los arroyos de la región subandina, constituyendo matorrales a veces infranqueables.
Situado próximo a la ruta nacional número 40, en el departamento Collón Cura.
La denominación, que es común a otros cerros de la provincia del Neuquén, se debe a la cumbre dividida en dos puntas.
Cerro existente en la margen oriental del lago Lonthué y el paraje denominado Hua Hún, en el departamento Lácar, de la provincia del Neuquén.
En realidad el topónimo en lengua araucana es mallo, que es el nombre de una greda especial para la fabricación de la cerámica del aborigen. La alteración se ha producido por una grafía equivocada en los mapas de las empresas o agencias turísticas.
Arroyo afluente del lago Traful, departamento Los Lagos, del Neuquén.
Según Vúletin: coa, lechuza y co, agua. Traducción: agua de la lechuza.
En Chiloé llaman coho o coa a un ave de rapiña semejante a nuestro caburé, que los lugareños lo asimilan al quilquil de nuestras cordilleras neuquinas y al chonchón o pájaro brujo.
Nombre de arroyo y sierra en el norte del Neuquén. La sierra presenta cuatro cajones, que de sur a norte se llaman: Cajón del Medio, en el que corre el arroyo Turbio, afluente del río Varvarco al que enturbia sus aguas primitivamente claras; Cajón de Barra; Paso Novel y Paso de los Nevados. El arroyo Domuyo corre en el cajón homónimo bordeando el cerro del mismo nombre y es afluente del río Barrancas.
Etimología: deriva del araucano, lengua en la que cochi significa dulce y co, agua. Interpretación: agua o arroyo dulce.
Este nombre, impuesto por los indios, se debe a la dulzura de sus agua, que lo diferencia de otros de la región que las tienen agrias, turbias o saladas.
Cerro, arroyo y población del Neuquén, en el departamento Picunches. El verdadero topónimo debiera ser Cudihue, porque deriva de cudi que es una piedra volcánica porosa, de color negro, que sirve para moler los cereales en la forma que los utilizaban los aborígenes para su alimentación. Aún hoy esta piedra es utilizada por los lugareños de la región cordillerana del Neuquén. Es plana en su cara superior y se coloca sobre un cuerito bien sobado de chivo, extendido en el suelo. La mujer “molendera” desliza sobre el cudi, una piedra menor, de la misma estructura, alargada, llamada ñumcudi o “mano”, en la que apoya ambas manos y la desliza sobre la materia a moler. De este modo se muele el trigo tostado para el ñaco y el trigo crudo para el frangollo. Antiguamente se molía la quínoa o dahue, como asimismo los piñones, para hacer la bebida fermentada llamada chicha, chavid o mudai.
Interpretación: lugar donde hay piedra de moler.
Campo de invernada entre las sierras situadas al este del río Agrio. Ha sido uno de los lugares más antiguos de los que conoció el pionero mendocino que vino a criar hacienda, inmediatamente después de establecerse en Ñorquín la guarnición desprendida de la 4a División del Ejército de la Conquista del desierto, en 1880.
Toponímicamente significa agua de la jarilla. Pero coihue tiene también otra acepción: es la que corresponde al nombre del árbol coihue, semejante al haya europea. Según Augusta, su nombre científico es Nothophagus, roble de Chiloé, de 40 metros de altura y hasta dos metros de espesor, el que también existe en abundancia en nuestra provincia del Neuquén. Como su madera dura mucho, si se la sumerge en el agua, se la utiliza para hacer canoas.
En conclusión: en el sur de nuestra provincia la palabra coihue denomina a un árbol, y en el resto de la misma, en lugares donde no existen estos árboles, se la aplica a la vulgar jarilla.
Arroyo en el departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén.
El topónimo responde al siguiente análisis: coipo, lobito de agua parecido a la nutria, que tiene ubres laterales, según Augusta; ca, es pluralizante y además otro; hue, donde hay.
Luego la interpretación es: donde hay nutrias o coipos
Arroyo, cerro de 2.050 metros y población, en el departamento Ñorquín, sobre el camino que conduce desde Chos Malal a Copahue, por la pampa de Ñorquín, que comienza en El Huecú.
Su nombre deriva de: coli que es colorado o bermejo y pilli o pülli que significa tierra o loma; luego: cerro de tierra colorada o bermeja.
Nombre de dos pasos cordilleranos, en el departamento Ñorquín, del Neuquén.
Etimología según Milanesio y Vúletin: pedernal colorado. Derivado de coli, que es colorado; queupu, pedernal.
Según Tello: Coli Queupu; coli, rojizo, marrón claro, rubio; y queo apócope de queupu, que es una clase de sílex muy apreciado por los indios a causa de la facilidad con que desprendía chispa para encender los yesqueros. Usábanlo también para fabricar puntas de flechas y raspadores para sobar cueros. Traducción: pedernal rojizo.
Pero éstas son simples traducciones del vocablo Coliqueo. El verdadero topónimo se debe al nombre de un cacique llamado Justo Coliqueo, que vivió en esta zona; según Udaondo y Vúletin.
Cerro de 1.450 metros de altura; arroyo afluente del río Ruca Choroy y paso cordillerano en la latitud de la ciudad de Aluminé, en el departamento homónimo. Significado: arroyo donde hay colo, pintura colorada que usan las aborígenes para los labios y las mejillas. Es semejante a la greda pero más fina.
Según Vúletin, cerro de 2.200 metros de altura al oeste de Junín de los Andes, que se destaca por su color rojizo, según Stieben.
Etimología: colo o coli, rojizo y Huincul, loma. Luego: loma rojiza.
Cerro en el departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén. Etimología: coloi deriva de coli, que es rojo o bermejo y mahuida, sierra o cerro elevado. Significa: cerro colorado o bermejo.
Arroyo y cajón o cañadón en el departamento Chos Malal, provincia del Neuquén.
Etimológicamente la toponimia se deduce del siguiente análisis: colo, gato montés; colomichi, gatito montés; co, agua. Significa arroyo del gatito montés. Otra acepción: miche, es molle. Entonces sería: arroyo del molle del gato montés; pero no he visto plantas de molle en la región, en cambio personalmente, en uno de mis viajes, he visto en el Cajón de Colo Michi Có un gato montés, lo que refirma la acepción expuesta. Además, el portezuelo lleva el nombre de “Cruzada del Gato” y hay un gran peñón que los lugareños llaman: “la Uña del Gato”.
Este lugar se ha hecho muy interesante por haber sido en la antigüedad indígena apropiado para grabar, en rocas, petroglifos que expresan motivos que inquietaron la mente aborigen. Nos ha dejado un interrogante arqueológico y etnográfico que el hombre de ciencia de hoy debe develar.
Lago en el departamento Los Lagos, del Neuquén.
Deriva de coltrrav o colchahu, renacuajos y hue, lugar o donde hay. Luego la interpretación sería: donde hay renacuajos o lugar de renacuajos.
Cerro de color rojizo que se levanta aislado en la pampa que se extiende entre los ríos Hualcupén y Hue- nununcó y el cauce del río Agrio por el otro.
Su nombre proviene de colli o collü, que es rojo o bermejo y mahuida, que es cerro. La n terminal de colun, corresponde a la partícula final del verbo araucano en que es ser. En la región he oído que le llaman “cerro coluno”, castellanizando el nombre, el que ha logrado dificultar la verdadera etimología.
Toponímicamente es el nombre de un cerro de la ladera oriental de la Cordillera del Viento en la zona de Tricao Malal, departamento Chos Malal.
Otra acepción del vocablo es la denominación de la raíz del rábano, nabo u otro tubérculo que penetra en la tierra.
Interpretación según Erize: “El cerro recibe su nombre por su forma”. Esta presenta su cúspide en forma de joroba. Según el autor, su denominación puede atribuirse al antiguo idioma pehuenche, que se ha extinguido.
Río afluente del río Limay cuyo curso superior se llama Aluminé, en el departamento Collón Cura, provincia del Neuquén.
Groeber: “La denominación se debe a la circunstancia de que sobre la costa del río se encontraba una piedra parada, de forma de columna, de una coloración variada. Ella fue sacada de su sitio primitivo por un coronel que la quería llevar a Buenos Aires como curiosidad. En el paraje denominado ahora Piedra Pintada se rompió el carro en que se transportaba la piedra, que quedó abandonada primeramente y fue levantada luego en el patio de la casa de comercio de Piedra Pintada. La palabra Kollón no figura en los diccionarios antiguos, pero es del dominio general entre “paisanos y cristianos” que se refiere a algo como máscara. San Martín trae esta interpretación en su obra, pero cree que debe declinarla. Efectivamente, según mis informes, Kollón no significa, al parecer, precisamente máscara, sino lo siguiente: kollón, un bicho o un bulto que sale de noche, un “espantasma” como se expresó en forma pintoresca y si se quiere precisa, aunque incorrecta, el indígena Francisco Aninür. Sin embargo esta indicación ha de reflejar solamente una faz de la palabra, porque encontramos en Augusta I, pág. 222. Kollon, kolon, el disfrazado. Kolonn, kollonn, disfrazarse”. Más adelante agrega Groeber: “Kollon Kara, significa entonces, piedra que tiene forma de disfrazado y que asusta”.
Otras opiniones:
San Martín: “Cuyug, prominente; cura, piedra. Luego: piedra prominente. Este río,
que no es sino el Aluminé, es uno de los más conocidos del territorio, hoy provincia del Neuquén. Se ha difundido, no sabemos con qué procedencia, una traducción equivocada del nombre, aceptada ya por todos: Colloncura, máscara de piedra, se afirma con conocimiento. Pero collón no es araucano, y máscara, simplemente, en esta lengua, es agel. Máscara de cuero, pintada, es collog”.
Latzina: dos interpretaciones. 1) Coyollu, relumbrar algo como los ojos del gato y cura, piedra. 2) Otros dicen, máscara de piedra.
Milanesio: “Deriva de cuyum, arena y cura, piedra: piedra arenosa, o de collon, máscara: piedra máscara”.
Koessler: “Kollon: disfrazado. Existía la máscara de piedra hace pocos años. Era una piedra enorme con cabeza y brazos. Para trasladarla por orden superior, fue desenterrada y la inundación siguiente la llevó al mencionado río donde yace ahora”.
Erize: collon: máscara, careta (Diccionario Comentado Mapuche Español). Cura, piedra. Alvarez: Collong significa disfraz que asusta y cura, piedra. Collong, es, pues: piedra que tiene apariencia de disfrazado y que asusta. Coincide con la interpretación de Groeber.
Arroyo afluente del lago Moque- hue, en el departamento Aluminé, de la provincia del Neuquén.
Vúletin traduce: come por cume, buena y co, agua. Luego: agua buena.
Laguna y loma en la región de Hualcupén, en el departamento de Ñorquín, en la provincia del Neuquén.
El nombre deriva de cum, que es colorado y pul, loma o tierra. Luego: loma colorada. Según Rusca, cum es morado; para algunos autores la denominación de cum, es bayo y esta palabra en el antiguo idioma pehuenche, hoy ya extinguido, es palao y pul, cerro o loma. Según Erize, Cumpulli, es tierra roja más roja que Collipilli.
Cerro que bordea la margen sud del lago Huechu Lafquen, en el departamento Huilliches, de la provincia del Neuquén.
Etimológicamente proviene de con que es entrar y tra, apócope de traún, que es unirse. El nombre lo ha tomado del arroyo Contraco, cuya etimología basada en el análisis de Con-tra-co, nos permite inferir su significado que es: entrada del arroyo formado por arroyos que se juntan. Estos, agregamos, descienden verticalmente de la cumbre.
El cerro Contra tiene importancia histórica porque en su falda sur, que cae a pique sobre el lago, existía un desfiladero que solamente daba paso a un jinete. A cinco kilómetros de la iniciación del desfiladero, los indios del indomable cacique Ñancucheo habían levantado una trinchera, tras la cual, bien armados con Remington y lanzas, obstruían el avance de nuestros soldados. Allí murió heroicamente el teniente Nogueira, del 2 de Caballería.
Arroyo que se echa en el Huechu Lafquen, bordeando antes el lado sur del cerro que margina el lago.
Da su nombre al cerro Contra, cuya interpretación se deduce del siguiente análisis: co, al principio del vocablo significa lo que concierne o se relaciona con el agua; n, es síntesis de ngen, que significa ser; tra, es apócope de traún (o travún, como lo ha deformado el uso incontrolado), que es junta o unión; co, sílaba terminal o sufijo, la que al final del vocablo define agua o arroyo. Luego, co-n-tra-co es: arroyo que une, junta o recibe otros arroyos más pequeños, para formar el principal.
Corresponde al lugar y volcán en cuya falda existe la hoya termal del mismo nombre. Desde tiempo inmemorial acuden allí enfermos reumáticos y de la piel, en procura de la curación de males inveterados. Son fuentes famosas en todo el mundo.
Etimológicamente, según algunos autores, contando desde el misionero jesuíta Valdivia, la palabra Copahue, significa azufre; según otros, lugar de azufre y otros le asignan la de lugar de curación.
Para Olascoaga, Copahue derivaría de copan, que es venir, pero Erize opina que copán es hacer copahue, o sea la señal de la piel a la que nos hemos de referir a continuación.
Moesbach, en su Voz de Arauco, anota la acepción de tatuaje o señales tatuadas en la piel. Pero el tatuaje verdadero no se practica en forma de cauterización. Esta se
realiza en ciertas tribus pehuenches para identificarse sociológicamente como individuo que forma parte de una determinada tribu o fratría y también para prevenirse del frío cuando, después de la muerte, deban ascender al Huenu Mapu o país del cielo en donde el que presenta tal señal goza del privilegio de encender su fogón en el Huenu Leuvú (vía láctea), porque piensa que de esta manera se resarce del frío que ha padecido en vida, debido al humo del fuego que le ha producido la conjuntivitis, valiéndole el mote despectivo de huilliche quellén, que significa huilliches legañosos, con el que burlonamente distinguen a su estirpe los pehuenches.
Pero esto no tiene nada que ver con el yacimiento termal llamado Copahue, que se debe al alto contenido de azufre y sales sulfurosas en sus aguas, incluidas las de la laguna del cráter, y surgentes de la base del volcán.
En conclusión, desechando las anteriores acotaciones que no contribuyen para la elucidación del significado de Copahue, diremos que para los más renombrados araucanistas y lingüistas, empezando por Valdivia, citado anteriormente, Febrés y otros, Copahue es una palabra simple que significa azufre. Con esta acepción coinciden Erize y el autor.
Por último debe distinguirse el volcán Copahue, elevación que mide 2.800 metros de altura situado sobre la Cordillera de los Andes, de las efusiones termales que surgen de su interior. Estas corresponden a tres centros: Los Baños, Las Máquinas y Las Maquinitas.
Además de estos hervideros u olletas, existen efusiones de vapor llamadas fumarolas, y barros de diversa composición.
Actualmente Copahue es un pueblo balneario floreciente, con todas las comodidades de una ciudad moderna. A ella concurren, en la estación veraniega, millares de pacientes reumáticos y dermatológicos de los más apartados lugares del país y del extranjero.
Paso cordillerano de 2.101 metros, departamento Ñorquín, en el camino hacia Antuco, Chile; y arroyo que forma con el Trapa Trapa y el Pilón Challa, el río
Trocomán, el que después de recibir el Reñi Leuvú desemboca en el río Neuquén. Según algunos autores, se le da el nombre por su parecido a la cuna araucana, en el que las madres disponían a sus hijos para transportarlos en sus espaldas.
San Martín acota: “Posiblemente debido a la forma que afecta la brecha de la montaña, se ha derivado el topónimo”.
Nombre de un arroyo afluente del río Agrio, al norte de la ciudad de Zapala. Según Aníbal Namuncurá, el verdadero nombre es Coún-Co, que significa agua con saliva, porque su superficie se caracteriza por abundantes burbujas, semejantes a las de la saliva.
Según la mayoría de los autores, el topónimo significa agua caliente, pero la realidad no confirma esta acepción en el arroyo de esta región.
Como en la antigua lengua española era de uso escribir con V el sonido de la U, puede justificar la pronunciación Covunco, que escrita de esta forma significa agua caliente. Existe en el norte del Neuquén, departamento Chos Malal, otro arroyo Covunco, que nace en el volcán Domuyo, cuyas aguas sí son calientes. En su curso superior presenta un geiser y otros chorros calientes, que justifican el nombre de Los Tachos, que es el usado por los lugareños, por la semejanza que presentan sus efusiones a tachos de agua caliente.
Se caracteriza también por su producción natural de algas termales policrómicas, que sólo germinan a una temperatura que varía entre los 70° y 80° centígrados.
COMENTARIO: A nuestro juicio, la significación de agua caliente que se le ha dado al topónimo, actualmente no es la correcta; no quiere decir esto que Covunco no signifique agua caliente, sino que tal acepción no corresponde a la toponimia, porque las aguas del arroyo Covunco, afluente del Neuquén medio, no son más calientes ni más frías que las demás de la zona, como que todas provienen de la cordillera que está a pocos kilómetros. Debo agregar que algunos aborígenes opinan que no es covún sino coún, que es saliva, el verdadero significado, y como ejemplo advierten que la palabra sufre alteraciones según las tribus, por ejemplo la palabra traún, travún, trafún, trahún, significan, junta o reunión y no debe llegar al punto de extremar un análisis que no siempre se puede admitir en las lenguas aborígenes.
En base a estos conceptos, siempre según mi opinión, covún debe interpretarse como desaguadero, colector o juntador de agua y co como agua o arroyo. Significación: arroyo desaguadero.
Es posible que el topónimo provenga de una lengua pehuenche prehistórica desaparecida.
Por analogía, Covunleuvú quiere decir río desaguadero y a este propósito, esta acepción también requiere un breve comentario. Es sabido que al río Colorado actual, en tiempos de la Colonia los indígenas le llamaban Coluleuvú, que proviene de colti, colorado y de leuvú, que es río. Está formado por los ríos Grande y Barrancas, ninguno de los dos es colorado, como tampoco lo es el actual Colorado en sus comienzos, sino muy abajo de la confluencia de aquéllos, cuando empiezan las tierras coloradas que le forman lecho.
Al río Grande, los pehuenches le llamaban Butacobuinlebuy (grafía de Esquivel y Al- dao en su Diario de Campaña de 1788 y 1792). (Véase Archivo General de la Nación, sección Colonia, de Mendoza.)
Havestadt, en su Diario del Viaje Apostólico que realizó en 1752, escribió para referirse al mismo, Vutacovudleuvú. Nuestra opinión, en relación con la letra B, que es tan común en el norte del Neuquén para la pronunciación de sus topónimos, se debe a que los principales toponomistas en el área araucana han sustituido la grafía con la V, porque la pronunciación esencialmente fricativa de la lengua alemana los llevó, im sensiblemente, no sólo a no considerar la B como legítima componente de la lengua araucana, sino que algunos filólogos han optado por suprimirla, usando la V en su reemplazo y adoptando la F a cambio de la V, porque se vieron en el caso de optar entre la U, sonido que el antiguo español utilizaba fonéticamente como U pero lo es-cribió con V. Ejemplo: Uaruarco o Huarhuarco escribiendo Varvarco. Pamimavida (cerro de los leones), en lugar de Pamimauida.
El estropicio ha llegado hasta tal extremo, que la palabra grande se pronuncia y se escribe: buta, vuta,futa, ita,f’ta y aun cha. En mi opinión, como escritor argentino e historiador neuquino, debemos conservar la fonía y grafía de las lenguas locales aunque hayan desaparecido las tribus, porque no tenemos derecho de modificar, sino el deber de conservar y transmitir el acervo legítimo heredado, para conocimiento y deducciones de las generaciones de estudiosos que nos sucedan.
El río Barrancas tenía el nombre de Pichicobuinlebuy, según la grafía de Esquivel y Aldao, o Pichicovudleuvú según la de Havestadt. Para nosotros, siempre siguiendo la grafía clásica, es Pichi Covunleuvú.
La interpretación para estos dos vocablos, según mi criterio, es la de río colector o desaguadero grande para el primero y río colector o desaguadero chico para el segundo.
Esta interpretación se basa en el siguiente análisis: covún, covud o cobuin significa: desaguador, juntador o colector, desagüe o desaguadero; n o in, son sufijos derivados de en o verbo ser en mapuche; leuvú, ya se sabe que es río; vuta o buta, se sabe también que es grande; pichi que es chico. Conclusión: Para el actual río Grande o Vuta Covunleuvú indígena, la traducción que corresponde es Río Colector o Desaguadero Grande, y para el río Barrancas actual o Pichi Covunleuvú indígena: Río Colector o Desaguadero Chico. (Empleo colector porque es el término más adecuado al caso.)
Ambas interpretaciones, así como la que hemos establecido para el arroyo Covunco, corresponden a la realidad geográfica.
Cerro de 1.746 metros en la costa occidental del río Limay, entre la Lipela y el lago Nahuel Huapi, en Neuquén.
Deriva de coyam, que es el nombre del roble; reemplazada la m por güe, apocopado de hue, cuyo significado es lugar. Se interpretaría: lugar de robles.
Se llama también coyag a la junta solemne o parlamento, lo que permite sugerir que pudo ser el lugar en el que se realizaron, en la antigüedad indígena, reuniones solemnes en las que se trataba asuntos de gran importancia para la comunidad
Arroyo del departamento Minas, en Neuquén.
Toponímicamente deriva de: coyam, roble y huelo, los primeros.
Lugar del norte de Neuquén, en el mismo departamento, caracterizado por una mancha de robles, los primeros que aparecen en el camino a las lagunas de Epulauquén por las Ovejas, en donde los robles son centenarios y abundantes.
Arroyo tributario del río Barrancas, cerca del límite oriental del departamento Chos Malal, en la provincia del Neuquén.
Según Vúletin, coyu de coyum, arena y co, agua. Luego: agua arenosa.
Para el autor, el topónimo está alterado y posiblemente la verdadera denominación sea Coyunco, que significa agua del arenal. Existe otro topónimo Coyuco, en el departamento Huilliches, que corre por el valle del Cajón Negro al sur del lago Huechu Lafquen.
Arroyo del departamento Huilliches, en Neuquén.
Etimológicamente proviene de cuyun, arena; co, agua. Luego: aguada de la arena, es decir agua que corre sobre lecho arenoso.
Sierra en el departamento Picunches al sur de Las Lajas, en el camino que conduce desde Zapala a esta localidad. Tiene como característica la forma de un cuchillo indígena extendido horizontalmente, lo que le ha valido su nombre. Pertenece a la sucesión de afloraciones serranas, que constituían la Cordillera de los Patagónidos, que son anteriores al surgimiento de la Cordillera de los Andes. Interpretación: sierra con forma de un cuchillo.
Arroyo y cerro en el sur de la provincia del Neuquén, departamento Los Lagos.
Etimología: cullín, hacienda; manzano, nombre de la laguna que da nacimiento al arroyo y que se debe a la existencia de manzanos silvestres en los valles que se abren en este gran cerro, que, por un lado, bordea la margen norte del lago Nahuel Huapi y por el otro, la margen derecha del río Traful, del que es afluente el arroyo Cullín Manzano. Debe observarse que la interpretación de hacienda o dinero, es indistinta para el aborigen y la grafía del término no obedece a ninguna discriminación ortográfica. Aquí, como en otros topónimos, todo depende del oído que recogió el término de labios del indígena. Unos lo escribieron con ll y otros con y. En conclusión, el topónimo Cullín Manzano debe interpretarse como hacienda o estancia, que la hay, del Manzano o de Los Manzanos. A esta estancia se penetra por el valle en el (pie corre el arroyo antes de echarse en el río Trabil.
Es el nombre de una llanura y ramblón cruzada por el camino o ruta 237, que conduce de la ciudad de Neuquén a Bariloche, costeando el río Limay. Está situada al sur del cauce del río Picún Leufú en su curso inferior.
Según Benigar significa pampa morada; pero la opinión tradicional, documentada en gráficos por Villarino y después por Bejarano, significa pampa rosada.
Agregaré que topográficamente, en buena parte de su superficie, es ramblón o barro seco, como consecuencia de la evaporación estival de una laguna de invierno.
Puerto y estancia sobre la costa norte del lago Nahuel Huapi.
El topónimo proviene de cüme, que en la lengua mapuche es bueno o lindo, equivalente al quimei pampeano, y len, (que es una modalidad del verbo ser o estar. Significa: estar bien.
Es uno de los más bellos parajes costeros del lago.
Anteriormente be consignado otra interpretación a este topónimo, dada la abundancia y belleza de los cipreses de la región, árboles que en araucano también se les llama len, pero después de más completas investigaciones, prefiero la interpretación estar bien, que también se aviene a la generalmente aceptada.
Las dos acepciones son aplicables. Bustillo opina, con personal criterio, que la interpretación, según la característica del lugar, es la francesa de sans souci, es decir: sin preocupación, que es como decir lugar de descanso y de agradable permanencia.
Valle en el sur de la cordillera neuquina, región cercana a Aluminé, en la provincia del Neuquén.
Etimológicamente proviene de cum, derivado de cume, que es lindo y de llum, que es profundidad. Luego el topónimo significa: linda profundidad u hondonada linda. Era el nombre de un cañadón de la cordillera, donde tuvo lugar una sorpresa que casi le cuesta la vida al Comandante Ruibal, en 1882, al perseguir al cacique Queupu (Pedernal). Fue salvado milagrosamente por el entonces Alférez O’Donnell y el Sargento Bogarín. Fueron muertos dos caciques muy bravos: Guaiquiñir (zorro lanceado) y Millaqueo (flecha de oro).
Actualmente este topónimo es inhallable.
Arroyo afluente derecho del Dayenga Leuvú, que forma la parte superior del arroyo Ruca Choroi, en la provincia del Neuquén. Figura en los mapas bajo el nombre de Kemkin, en el departamento Aluminé.
Groeber traduce: “El significado de cun crin me fue comunicado por Francisco Aninür: «un yuyo quee sale en tiempo de primavera, tiene cerdita y se pega en el pelo y no sale, se arrastra por el suelo»”. Es entonces una especie de abrojo, probablemente.
Cerro en el departamento Aluminé, cerca del límite internacional, al sudeste del lago Aluminé y cuya altura es de 2.000 metros.
Su etimología deriva de cun, que es colorado o bermejo y mahuida, que es cerro o sierra.
Luego: cerro colorado.
Lugar del norte del Neuquén, departamento Pehuenches, cuyo significado es: agua de piedra. En efecto, sobre el camino que desde Chos Malal conduce a Cipolletti, v ese brotar una pequeña vertiente de agua dulce, en lo bajo de una piedra.
Existe una sierra de Curaco y una pampa de Curaco. A un trozo de camino largo y recto extendido entre el lugar Tilhue (mal llamado Tilque por los antiguos cronistas) y la vertiente apuntada, le llaman los pobladores regionales la vela de Curaco.
Cerro de 1.778 metros en el departamento Huilliches, de la provincia del Neuquén.
Su etimología deriva de cura, que es piedra y pillén de pülli, que es cuesta o lomada. Interpretación: lomada de piedra.
Nombre de dos lagos, Currhué Grande y Currhué Chico, existentes en el departamento Huilliches, en el sur de la provincia del Neuquén.
Equivocadamente, algunos han difundido que ambos lagos se comunican, lo que no es así, porque el Currhué Chico emite un arroyo que es afluente del río Chimehuín, tributario a su vez del río Aluminé; mientras que el Currhué Grande emite otro afluente que desemboca en el lago Epu Lafquen, en sentido contrario al Currhué Chico antes mencionado.
Etimológicamente: curu o curi, negro; y hue, lugar. Luego: lugar oscuro o sombrío; lo que en parte es una realidad, porque los cerros que circundan el lago Currhué Grande son muy elevados y muy arbolados y el lago aparece escondido entre esta topografía.
Río afluente del río Neuquén, al que se le junta en Chos Malal.
Su nombre deriva de curi, que es negro y leuvú, que es río. El vocablo Curileo, es el nombre regional o’familiar que le han dado cariñosamente y siguiendo su hábito costumbrista, los antiguos aborígenes.
Es un río cordillerano que tiene su origen en la falda sur del volcán Domuyo y acrecienta su caudal con los arroyos que recibe de la vertiente oriental de la Cordillera del Viento.
Existe una población llamada Curileo Arriba, con escuela primaria y campesinos dedicados a la ganadería en pequeña escala. Queda a 50 kilómetros de Chos Malal, siguiendo la costa del río.
Paraje en el camino que conduce de San Martín de los Andes a Epu Lafquen, costeando el lago Currhué, en el departamento Huilliches, de la provincia del Neuquén.
Debe su nombre a una mancha de hermosos pehuenes que se levantan a gran altura dando un viso original al paisaje.
Deriva de pehuén, nombre aborigen de la araucaria imbricata; y currhué, lugar sombrío. Se llama habitualmente a este paraje Pehuenes del Currhué.
Nombre de una sierra y valle existente en el departamento Catan Lil.
En mi opinión, es equivocada la interpretación que se da sobre este topónimo, asimilándolo a zaragüelles o antiguos calzoncillos españoles. Existe y existió siempre en la región cordillerana del Neuquén un ave, del orden de las corredoras, que el lugareño llama charahuilla, término que aún se usa en Chile. La conozco. Se parece a la vulgar perdiz, pero posee una cola. Es natural entonces, que al lugar de su hábitat, se le haya denominado charahuilla. Análogamente, el topónimo histórico Chara Ruca, en la costa del Neuquén superior, más arriba de Huinganco, corresponde a lugar o vivienda de las charahuillas. No me cabe duda porque las he visto, personalmente, volar piando en forma similar a la perdiz y asentarse al poco trecho, como lo hace ésta.
En cuanto al término curu, que en mapuche es oscuro o negro, ha sido agregado porque el valle de Curu Charahuilla es un poco sombrío, aunque tengo mis dudas de si el topónimo es Curu Charahuilla o Cura Charahuilla, en cuyo caso significaría piedra de la Charahuilla.
No creo que el vocablo sea de origen araucano, sino proveniente del antiguo campesino chileno de la región, porque en Chile, según me han informado, existe la misma ave, con el mismo nombre.
Nombre de la sierra que forma por el este, el valle en que se asienta la población de San Martín de los Andes, en la provincia del Neuquén.
El topónimo proviene del nombre del cacique Abel Curruhuinca que habitó el valle precitado y el de Chapelco contiguo, hoy Vega Maipú. El verdadero nombre del primer jefe de la dinastía que se conoce, según referencias mapuches, era Cheuquepán, que significa avestruz que viene, pero en virtud de que era amigo de los blancos, entre éstos el que fue perito argentino don Francisco P. Moreno, sus congéneres le pusieron el apodo de Curru huinca, que significa cristiano negro, que pasó a ser su nombre de batalla. El cacique Abel Curru huinca, cuyas tierras eran apetecidas por los mapuches de Chile, fue conquistado para que colaborara con los argentinos, por gestiones del juez de paz de Piedra del Aguila, don Serafín O. Galán Deheza. Este fue comisionado por el general Rudecindo Roca, jefe de la División Los Andes en 1898, para que gestionara la adhesión requerida del cacique y le ofreciera el cargo de jefe de los baqueanos de la región y propietario de las tierras que ocupaba.
Con motivo de la fundación de San Martín de los Andes, el 4 de febrero de 1898, se le cedió en cambio la isla de Quila Quina, adyacente al lugar.
Serranía y cañadón al sudeste de Las Lajas, en el departamento Picunches, del Neuquén.
El nombre proviene de curumil, que es patronímico de una familia indígena oriunda de la zona. La etimología del patronímico deriva de: curi, negro y mil apocopado de milla, oro. Luego, oro negro.
Nombre de una población de la provincia del Neuquén, actualmente la segunda en población, que fue fundada en 1943, por el gobernador General Carlos H. Rodríguez.
Se le dio un nombre araucano por fantasía, dado que el pueblo estaba formado con gente que trabajaba en el yacimiento petrolífero de Plaza Huincul, distante tres kilómetros.
El topónimo significa: agua de fuego, refiriéndose al petróleo, que como se sabe es apto para producir fuego. Se ha criticado este nombre porque el vocablo cutral, no traduce específicamente fuego, sino que la pronunciación correcta se asemeja más a quitral, pero con la fonía de la ü alemana que se parece al de la i española. Pero eso sería en lengua mapuche chilena, porque en la mapuche argentina, tendría un sonido parecido al latino oe. Como ya está impuesto Cutral Co, pensamos que se le debe mantener, pero conociendo los antecedentes expuestos.
Vúletin dice: “Este topónimo es de moderna data y no es correcto, por cuanto cutral, es la palabra araucana en boca de un profano idiomático, siendo la más parecida la forma quitral, fonéticamente. Le fue impuesto este nombre por simbolismo, referido a la explotación petrolífera del Estado en esa zona.
Arroyo en el departamento Minas, al oeste de los Grandes Llanos en el camino de Varvarco a la laguna Epulau- quen, afluente por su margen izquierda del río Nahueve.
Etimológicamente proviene del araucano: Cuyín es hacienda, y co, agua. Significa, arroyo o aguada de la hacienda.
No debe confundirse con el topónimo Cuyun Co, que significa agua de la arena o del arenal. Existe sin embargo la acepción cuyín para la arena; ejemplos de ello son los topónimos: Liu Cuyín que significa arena blanca y Cuyín Manzano, nombre de un arroyo que nace en la laguna de la Manzana, existente en lo alto del gran cerro Cuyín Manzano, que bordea la margen norte del lago Nahuel Huapi.
Según Groeber: “Es el nombre de un cerro situado en la región del cerro de la Grasa y Huiyilón, al norte de Las Lajas, en el departamento Picunches. Este cerro, información del cacique Paulino Gatica, está muy expuesto a los vientos que arrastran consigo gran cantidad de arena, que es elevada por ellos hasta la cumbre, ascendiendo por su faldeo occidental”.
Por lo que Groeber traduce el topónimo en: subidero de arena. Derivado de cuyun, arena; huenul, poner arriba; y hue, lugar, donde. . .
El autor ha sido informado por el cacique Antical, que el vocablo huenul significa cerro o altura. Por consiguiente el topónimo, según mi opinión, se ajustaría más bien a la siguiente interpretación: cuyun, arena; huenul, cerro, y hue, lugar o donde. Luego, cerro arenoso o donde hay arena.
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Toponimia del Neuquén, extraído de la obra “Neuquén, Geografía, Historia, Toponimia” de Gregorio Álvarez
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