Hija de Ángela Trelawn y Mario Lauría, Sara Elena nació en La Plata el 10 de marzo de 1934.
A los diecinueve años se recibió de Maestra en la Escuela Nacional Nº 2 “Dardo Rocha” y en 1957 obtuvo el título de Profesora de Enseñanza Secundaria Normal y Especial en Dibujo Artístico, en la U.N.La Plata. Trabajó en la Escuela Nº 18 de La Plata y en “El Portal del Sol” de Mar del Plata, entidad privada dedicada a chicos discapacitados.
Un Día del Estudiante conoció a Hugo Martínez Viademonte, con quien se casó y quien sostiene: “Ambos militantes severos de la Acción Católica”. En 1960 nació Pablo, y como Hugo había cursado asignaturas orientadas a la Diplomacia, cuando le ofrecieran una beca en España partió hacia Madrid. Tiempo después viajó Sara con el bebé.
Ella se sumó a un grupo de artistas que alquilaban un viejo palacio en desuso para instalar sus talleres. Fue profesora de Dibujo, Pintura y Modelado en el Colegio Nuestra Señora de Llano de Madrid, y visitó galerías y el Museo del Prado, donde vio obras de Fra Angélico, Rafael, Tiziano, Rembrandt, Velázquez, Goya, Durero y lo frecuentaba para ir a dibujar.
Cuidando la economía permanecieron hasta 1968, pero en la casa no faltaban los libros que se compraban en cuotas, afirma Hugo.
Pablo recuerda una compra con su madre cuando era chico: mientras el vendedor pesaba el pedido, ella se alejó a ver otros productos. Luego le reprochó que no controlara la balanza del comerciante que podía aprovechar su distracción. Sara le respondió terminantemente: “Si me roba, el problema es de él”.
Cuando regresó a la Argentina, la familia se estableció en Neuquén.
Como docente Sara asistió a cursos de Juguetería; Cerámica; Introducción a las Artes Visuales; Técnica de Esmaltes y Cerámica; Técnicas Modernas de Grabado; Técnicas de Dibujo y Pintura; Lenguaje de la Pintura y su Técnica; Técnicas Modernas de Escultura y Profundización en Cerámica, según certificaciones que figuran en su legajo. Y concurrió a seminarios de Ayuda al Deficiente Mental, Capacitación Laboral, Atención al Niño Deficiente, Orientación y Ubicación Laboral para Disminuidos Físicos y Mentales y participó en el IIIº Congreso Latinoamericano de Educación de 1983.
En la faz artística estudió con Jorge Fernández Chiti, Fernando Arranz, Osvaldo Attila, Ricardo Gianetti, Georgina Labró y Marisa Rueda.
Fue discípula de la grabadora Aída Carballo. Decía Elena Lapuente: “Por el taller de Aída Carballo pasaba lo mejor; artistas como Carlos Loiseau (Caloi), Antonio Pujía… y con Aída se aprendía de todo en la charla diaria”.
Elena Lapuente recordaba: “con Sara empecé mis primeros pasos en cerámica; cuando en 1969 el prof. Henri Cartier-Bresson vino a Neuquén y dio el curso, fuimos todos los que estábamos en algo de arte y por cierto Sara, que en esos años vivía a la vuelta de mi casa. Épocas lindas de Neuquén chico y laborioso”.
Claudio Oroza recuerda: “Su departamento fue durante mucho tiempo lugar de reuniones de los alumnos de Bellas Artes y gente allegada al mundo creativo, cualquiera fuera su especialidad”.
Ana Zitti sostiene “Sara nos permitía estar en su casa, un lugar multifacético donde se hablaba de arte, allí había músicos, poetas, pintores. Allí estaban los libros que ella acarreaba desde los lugares que visitaba, pero también podía mostrar un paño en telar hecho por los uros, era un manantial”.
La Escuela de Bellas Artes y la Asociación de Artistas Plásticos
La Prof. Lucrecia López Jove dice sobre los autores que comenzaron el arte neuquino: “En general se forman a partir de la copia de obras de arte sujetas a cánones clásicos, para luego producir y realizar propuestas personales”.
Ello se debe a la ausencia de instituciones de enseñanza artística, hasta que el 22 de abril de 1960 se fundó la Escuela Superior de Bellas Artes “Manuel Belgrano” (ESBA), que empezó con los departamentos de Arte Dramático y de Artes Plásticas.
Al principio las clases eran en la Cooperadora Escolar Conrado Villegas, y su primer director fue Emilio Saraco. A él lo sucedió Alberto Lombera que la dirigió hasta 1974, cuando se hizo cargo Sara Lauría, que era docente y estuvo al frente hasta 1976.
Cuando asumió se estaban gestando otras ofertas que ella puso en marcha, como el ciclo Infantil y Medio de Educación por el Arte, el Magisterio de Artes Plásticas, el Profesorado de Danzas Nativas y Folklore, el de Extensión por el Arte y los Talleres Vocaciones y de Orientación Definida.
En lo personal abrió talleres de cerámica en Río Negro (Gral. Roca y Cipoletti) y Neuquén (Plottier y la capital).
Recordaba Lapuente: “En aquel momento no había exposiciones, ni salones, ni museos, ni ninguna actividad organizada para los artistas o donde los artistas pudiéramos exponer algo”.
Elena agregaba: “por los años 70 trabajábamos mucho porque en casa formamos lo que hoy es ANAP y Sara fue parte de la iniciativa que propició la entidad… De ahí nacieron el Salón de Estudiantes de la Escuela Provincial de Bellas Artes y la Primera Bienal Patagónica de Artes Plásticas”.
Se refiere a la Asociación Neuquina de Artistas Plásticos creada el 12 de mayo de 1973 que se integró así: Presidente Jorge Gueijman; Suplente, Noemí San Agustín; Secretaria, Elena Lapuente; Suplente, Beatriz Bollatti; Tesorera, Elba Elissetche; Suplente, Marta López; Revisora de Cuentas, Sara Lauría y Suplente, Emilio Saraco. Acompañaron las actividades Luis Castilla, Matilde Novelli, Susana Lehman, Carmen Oliveto, Beatriz Biló y Charo Phillips entre otros.
Marta Such señala; “En 1981 cuando Sarita dirigía la Escuela le propuse viajar a Buenos Aires con los estudiantes y ella organizó para que participaran los mejores promedios…No sé de dónde pero consiguió un ómnibus gubernamental, con vidrios fijos, medio destartalado. Y viajamos… No teníamos alojamiento pero cada uno encontró parientes donde dormir y que permitieran algunos acompañantes y nos arreglamos. Visitamos los talleres de Carlos Cañás, Aída Carballo, Georgina Labró, Osvaldo Attila, Ricardo Gianetti; recorrimos las plazas para ver sus monumentos, fuimos a los museos… fue un aprendizaje inolvidable”.
Sara organizó cursos de perfeccionamiento en Dibujo, Grabado, Pintura y Escultura, fue Supervisora del Área Artística en la Enseñanza Media y Superior y promovió actividades para discapacitados haciendo trabajar la musculatura amasando arcilla y otras innovaciones, superadoras de lo que era lo habitual entonces.
Viajó a México, Perú y Bolivia y, fascinada por las expresiones nativas, usaba telas, tejidos y accesorios de inspiración indígena. Al regreso de cada itinerario con lo que había leído y observado ofreció charlas sobre culturas precolombinas en Neuquén y Cipolletti.
Ana Zitti dice: “Estudié con ella… chiquita como era llegaba con bolsas llenas de los paños más hermosos, los zapallos, las berenjenas más lustrosas, las cebollas y los cacharros de cerámica. …decía ‘llegó el ekeko!’. Con todo eso armaba las naturalezas muertas. Claro, cuando las hortalizas empezaban a brotar, decíamos ‘esto ya está para comer’. Y allá íbamos a la casa de Sara, donde transformaba todo en riquísimos platos. Por esos años nos reuníamos en La Chacra, con Jorge Michelotti, Marta Zuch, Carmen Olivetto, Melice Villa, Georgina Labró y Sara… Ahí armamos un taller de pintura y escultura”.
Ana Fularska evoca: “Cuando vivía en San Martín delos Andes, un día avisaron que Sara estaba en Neuquén y como era el cumpleaños de un discípulo, el lugar para encontrarnos fue la casa del agasajado. Éste recibió una caja grande y los amigos insistieron para que la abriera. De allí salió Sara, como de las tortas que surge una muchacha en malla…era muy alegre”.
Sara participó en el Salón Anual de la ANAP y el de Profesores de Bellas Artes, en muestras colectivas de Cipolletti y de la Universidad Nacional del Comahue. También integró el Jurado de la Vª Bienal Patagónica de Artes Plásticas en 1983.
En San Martín de los Andes
En 1982, se mudó con Pablo a San Martín de los Andes. Llegó para desempeñarse en el CPEM Nº 13 y se incorporó al Centro de Iniciación Artística N° 5. Por sus antecedentes le ofrecieron la Dirección, pero eligió empezar de cero, contaba Cristina Bourgaud, una de las artífices del Centro. Allí puso en marcha el taller de cerámica “Huidün”.
Iris Otaño lo recuerda “como un espacio soleado, luminoso, lleno de risas con alegría y totalmente placentero. Era un espacio como el del juego”.
“Coincidimos en que Sara nos hacía hacer cosas en las que había que trabajar. Nada de hacer pavadas; era exigente con lo que pedía y teníamos que pensar… Nos mostraba imágenes, explicaba, trasmitía pasión”, acota Daniela Gingins.
“Tenía la cabeza abierta a las novedades”, decía Cristina Bourgaud, aludiendo a la proyección de “The wall”, de Stanley Kubrick, inusual para las aulas entonces.
También trabajó en el CPEM N° 28 y el Instituto de Formación Docente N° 3.
Varias páginas de la Calificación Anual del Consejo Provincial de Educación le asignan diez puntos y Concepto General “Sobresaliente”.
Su hijo le oyó decir frecuentemente: “si los chicos a la mañana son canillitas y a la tarde hacen cerámica, tendrán otras posibilidades”.
Sara hizo un relevamiento fotográfico de viviendas sanmartinenses emblemáticas y confeccionó las fachadas en relieves de cerámica para llamar la atención sobre su carácter patrimonial, entre ellas las casas Höll, Chidiak, Campos y Koessler.
Le habló muchas veces a Luz María Sapag sobre la necesidad de preservar los edificios significativos. Inspirada en las charlas con Sara encargó un Relevamiento de la ciudad a los arquitectos Stella Solanas, María Rosa Lovato y René Gingins, que impulsó las normativas que permiten mantener su fisonomía. Cuando en 1994 se inauguró una exposición sobre el patrimonio arquitectónico se exhibieron cuatro de aquellos relieves.
“Su casa se encontraba siempre poblada de gente que pasaba a buscar información y charla. Invertía en libros y disfrutaba del hogar y de la cocina; experta en condimentos exóticos y desconocidos, se guiaba por los aromas para ajustar los sabores”, dice María Isabel Manganiello.
Graciela Cape agrega: “Cuando Sara llegó, los alimentos que se consumían y la forma de prepararlos eran sencillos; había condimentos que no se conseguían o no se conocían, excepto en algunos hogares que por tradición de los países de origen, el menú era un poco más sofisticado… además, de cada viaje traía especies inusuales, entonces dio a conocer otras posibilidades culinarias”.
Desde un ciprés
Sara enfermó a fines de 1989 y cuando no pudo trabajar la arcilla, pintó. Hizo la serie titulada “Desde un ciprés”, en alusión al árbol que veía desde la cama.
Internada en Neuquén, la visitaron obreros, funcionarios, canillitas, políticos, artistas e intelectuales, que recordaban su estadía neuquina.Falleció el 14 de mayo de 1992 rodeada de su hijo y su hermana.
“Sobre la tierra que cubre sus manos florece una planta de lavanda, su perfume predilecto”, describe Hugo Martínez Viademonte, quien impulsó la Primera Bienal de Arte Sara Lauría de carácter provincial y aportó los premios. Participaron artistas sanmartinenses, de Zapala, Centenario, Cutral Co, Plottier, Villa Traful y Neuquén. En su homenaje expusieron Marta Such, Georgina Labró, Dan Arenzon y Lidaura Chapitel. Y hubo dos ediciones más de esas bienales.
Por iniciativa de la Prof. María Celia Maglione, se creó la Galería de Arte Sara Lauría en el ISFD N° 3. Una calle del barrio La Cascada y el CIART Nº 5 llevan su nombre. En éste quedaron su horno eléctrico, estecas y otros elementos que se siguen usando.
Es sugerente que aún circula en San Martín de los Andes una receta que, cuando pasa de una mano a otra, se comenta: “es la receta del dulce que hacía Sara Lauría”.
Dice Ana Zitti: “Sara era como el maná, era donde poder ir a beber; siempre estaba su fuente… Era una fuente inagotable”.
Ana María de Mena (anamariademena@gmail.com)
Más Neuquén es una publicación declarada de interés por el Congreso de la Nación (355-D-20 y 1392-D-2021 / OD 391) y la Legislatura del Neuquén (2373/18), por su aporte al conocimiento e historia del Neuquén.
Artículo escrito por Ana María de Mena para Más Neuquén
Fuentes:
- “Artes Plásticas”, de Lucrecia N. López Jove, “El gran libro de la Provincia del Neuquén”, Neuquén, 2001.
- “La pintura desde el lugar de uno”, Gerardo Burton, diario Río Negro 21-7- 2007.
- Historia de la Escuela Superior de Bellas Artes “Manuel Belgrano” de Neuquén, web de la institución, 19-4-2020.
Testimonios:
Graciela Cape, Elena Lapuente, María R. Lovato, Luis Vicuña, María I.Manganiello, Pablo y Hugo Martínez Viademonte, Ana Zitti, Ernesto Pfister, Iris Otaño, Cristina Bourgaud, Daniela Gingins, Marta Such, Aurora Fernández Valdivieso en 2015, Ana Fularska y Nora Bert en 2017; Mirta Córdoba en 2020; Oscar Sarhan y Ramón Muñoz.
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Emotivo recuerdo de la artista. Quisiera saber si continúan con la Bienal. Trabajo en La Cárcova y quisiera estar en contacto con quienes están vinculados con temas culturales en la Región. Gracias.