Inicios de la instalación de la Iglesia católica en los Territorios Nacionales del sur (Primera parte).

Finalizadas las campañas militares de extensión de la frontera argentina, con su saldo de exterminio y destierro para los pueblos originarios, los misioneros y autoridades militares y civiles establecieron una relación de mutua necesidad, no exenta de discrepancias. Las decisiones políticas de la generación del ’80 en el gobierno, que habían impulsado la separación entre la Iglesia y el Estado, produjeron los momentos de mayor tensión.
El gobernador del Territorio Nacional del Neuquén y el misionero Domingo Milanesio, fueron actores y partícipes de esos desacuerdos.