El hacha de piedra mágica y Moyhual

“¿Por qué vendí la felicidad a la que sólo yo tengo derecho? Por algo será que cayeron rayos del cielo. Además, la piedra no le sirve a nadie, a menos que la encuentre o herede de un familiar directo. Fui yo el que la desenterré cuando estaba a punto de salir de la tierra. Cada año se iba acercando más a la superficie, para mi felicidad; sólo para mi felicidad. ¿Y yo qué hice? La vendí. Ahora me llevo de vuelta mi felicidad”.